Rincón de la Poesía
Federico Prestía
Argentina
Mar
No importa lo que digan,
sé que el mar me habla
aunque lejos de él me encuentre,
sé que su inmensa naturaleza se encuentra allí,
en algún lugar,
como el mismo suelo que camino cada día,
los astros son testigos de su dulce sal
que abraza todo lo humano conocido,
allá a lo lejos, los niños juegan en sus pies de arena.
Su oleaje se pone calmo,
y los niños, oh!! mar, no saben el amor que tu les tienes,
ni del idilio milenario que tienes con el cielo,
tus orillas son el lugar del eterno retorno de las aguas
que desconocen el destino como un niño inmortal.
Jamás ocultas a tu incesante llanto que golpea,
porque tu marea es una infinita melancolía
en la existencia misma del Universo.
Soy
Soy un grano de arena en la playa,
una metáfora en un libro de ciencia,
una piedrita en el ripio,
una hoja en el bosque o una gota en el mar,
así me siento en la libertad del Universo.
Es el desasosiego, la pesadumbre de la finitud,
ese destino incierto por el que viaja la vida,
este ensimismarse es el nunca llenarse de un pozo sin fondo,
soy la incansable ola chocando contra la bahía.
Amigos
Mis amigos son el destino y la ilusión
y el dolor del tiempo contenido en ellos,
así vago por las calles,
del intento de alguna cálida playa,
de la cálida zamba al grave tango.
Adoquín y fango en alguna esquina aún,
como en el último suspiro de un sentimiento
que ronda en el aire,
nostalgia en la noche
e impotencia de día,
día y noche, el dolor de lo que pudo ser
y ya no ha sido.