ENTIERRO DE BERTA


Bajemos el ataúd al fondo de la sepultura
Berta, ya no podías oír-sentir-odio-asco
tampoco podías ver-sentir-rabia-desprecio
pero al llegar el cajón al fondo
convertiste a la sepultura en un remolino
que nos succionó a todos perdiéndonos
en una ansiedad densa y oscura.
Berta, si el odio te sobrevivió
es porque también nosotros lo llevamos dentro
viaja en la sangre dirige los sentimientos.
El trabajo en estos días será volver a nacer
en cada instante nacer para volver a la inocencia.
Berta ya perdonamos tu rencor
que te hacía maldecir a los días y a los parientes
humillando a la pobre gente que fue víctima
de esa amargura que te daba fuerzas para vivir.
Berta, no podemos decirte descansa en paz
pero al menos déjanos hacerlo a nosotros
para que no se propague como un incendio negro el odio



LA FOGATA

El fuego esa noche
quemaba el cielo
agregaba a las estrellas estrellas.
Ese fuego no se apaga jamás
anida en mi pecho y me da calor
cuando siento los fríos sentimientos
de las personas que me rodean.