CONSEJOS METAFÓRICOS PARA ENTRAR EN MATERIA, CON RESPECTO A HACER VERSOS Y LOGRAR EL PROPÓSITO


Con sentimiento sólo como hay gente que piensa,
los versos no se cuajan, se deben ir cuajando
de muy variadas formas, aquí a mí se me ocurre
que una podría ser a modo de alfarero
y esa voy a seguirla, primero hay que buscar
la arcilla para el barro, luego ésta ya obtenida
y lista y preparada, en la artesa se vierte
y se le va echando agua moviendo poco a poco
mientras se va mezclando hasta que toma cuerpo,
con ese movimiento que se presta con ritmo
muy bien acompasado hasta ponerla a punto
para llevarla al torno. Una vez puesta en éste,
elemento esencial donde tomará forma
buscando con sapiencia las necesarias sílabas,
con su ritmo marcado mientras que va girando
al aire que el barrero, en el torno la pieza
que silente moldea con sus manos mojadas,
haciéndole caricias como a un niño pequeño,
conseguirá dejarla según él en su mente
la tenía fijada hacía mucho tiempo.

He aquí una comparanza bastante aproximada
del forjado del verso al de un bello jarrón,
que una vez decorado y sometido al fuego
en el horno especial que en el alfar existe,
llega a ser una pieza para ornamentación,
no sólo en los hogares, sino en muchos más sitios,
como pueden ser templos e incluso exposiciones.

Hagamos con el verso un hecho semejante,
démosle su moldeo a través de la péñola
y a bien seguro estoy que lo agradecerá,
no arrastremos el cálamo por el papel en blanco,
aquí arranco, aquí paro, ahora me doy la vuelta,
me caigo a otro renglón y vuelvo a incorporarme
y voy siguiendo el paso con un renglón tras otro;
y al llegar al final, con una gran audacia
se le coloca el título, POEMA SUGERENTE.

¡Cosa que para mí es mear fuera del tiesto,
qué pena de esos árboles que cortan para hacer
el papel de estos libros como el de referencia…!