Las personas que sufren Artritis Reumatoide, además de las manifestaciones propias de la
enfermedad, y en un porcentaje bastante elevado de casos, suelen observar que en las cercanías
de las articulaciones, sobre todo en dedos y muñecas, le han salido unos pequeños
abultamientos o nódulos subcutáneos, redondeados u ovales, que reciben el nombre de
Nódulos Reumatoides.
Generalmente indoloros, y de un tamaño que va desde el de una lenteja hasta el de una nuez,
suelen aparecer en los comienzos de la enfermedad en diversas partes del cuerpo. Y, aunque los
más frecuentes son los situados alrededor de las articulaciones de los dedos de las manos, de
las muñecas, en los tobillos y en el codo (cerca del extremo superior del cúbito, en la región
del olécranon), no es raro que aparezcan -incluso acabada la fase activa y en plena remisión-
en las piernas, en los pabellones auditivos y en la zona posterior del cuello. Estos suelen
ser más grandes, correosos y móviles, y estar anclados a tendones en su parte inferior. Y no
queda ahí todo, porque, aunque con menos frecuencia, también pueden aparecer en la pleura y
los pulmones, riñones, meninges, en el miocardio, en las válvulas cardíacas y en los grandes
vasos. Son muy raros en las cuerdas vocales pero también se han descrito en ellas. Y no sólo
se dan en pacientes con Artritis Reumatoide, sino también en la Fiebre Reumática, en el Lupus
Eritematoso Sistémico y en otros reumatismos y vasculitis.
Son más frecuentes en hombres que en mujeres y, generalmente, en pacientes con factor
reumatoide (FR) positivo y valores altos. Su presencia no suele plantear problemas, si bien,
en algunos casos pueden ocasionar infección por rascado o roces excesivos e irritación y
malestar por causas nerviosas y simple estética. En estos casos pueden necesitar ser tratados
mediante cirugía.
Es un proceso cutáneo o subcutáneo del que no se conocen sus causas. Se ha postulado que su
producción es dada por mecanismos vasculíticos, traumatismos repetidos y/o el depósito de
inmunocomplejos, pero ninguna de estas etiologías se ha podido demostrar de manera
irrefutable. En general, son lesiones asintomáticas que no sufren alteraciones ni se ulceran,
pero un traumatismo, presión o roce repetido puede ocasionar la erosión de la epidermis que lo
recubre y su exposición a infecciones.
En su estudio histopatológico se observa constituido por grandes áreas de colágeno degenerado
(conteniendo abundantes depósitos de fibrina) que afecta a la dermis reticular media y
profunda y se extiende al tejido celular subcutáneo. Con frecuencia se observan también
linfocitos, células plasmáticas y células gigantes multinucleadas entremezcladas con los
histiocitos formando una empalizada periférica. En el diagnóstico diferencial clínico de los
nódulos reumatoides se incluyen los quistes infundibulares, los lipomas y las lesiones
nodulares de una paniculitis lobulillar residual, que constituyen el mal llamado lipoma móvil.
Habitualmente los nódulos reumatoides son asintomáticos y no requieren ningún tratamiento. La
infiltración con corticoides suele reducir el tamaño de la lesión, pero rara vez se consigue
la desaparición completa. En caso de que produzca molestias, la extirpación quirúrgica da buen
resultado y es curativa.
Por lo general se trata de lesiones únicas, pero se han descrito apariciones múltiples
-Nodulosis reumatoide- asociadas al tratamiento con Metotrexato. Este proceso es llamado
Nodulosis Acelerada por Metotrexato y se describe en pacientes con Artritis Reumatoide que
reciben tratamiento con este fármaco. Se caracteriza por la aparición brusca de nódulos
reumatoides y/o aumento de los preexistentes. La retirada del fármaco induce a la regresión
total o parcial de los nódulos, pero sin que pueda descartarse la reintroducción de nuevas
recidivas.
Por último, y aunque el nombre de Nódulos Reumatoides estaría comprendido dentro del grupo
común de Nódulos Subcutáneos, como en la literatura médica no parece que quede definida la
correcta aplicación de uno u otro término, siendo numerosísimos los estudios consultados así
como las descripciones y argumentos de los especialistas e investigadores, considero correcto
denominar Nódulos Reumatoides los aquí descritos (los producidos en la Artritis Reumatoide
activa y FR positivo con valores altos), por distinguirlos del grupo general y común de
Nódulos Subcutáneos, más indicado para procesos similares y de escasas diferencias que suelen
ocurrir en otras entidades, especialmente en enfermedades del colágeno, metabólicas,
infecciosas, por defectos enzimáticos, inducidas por químicos y en ocasiones difícil de
establecer en sus causas.
Hecha esta aclaración, y de acuerdo a mis experiencias, sólo me queda decirles que los Nódulos
Reumatoides parecen ser completamente benignos y, al margen de cualquier consideración de tipo
estético, que no crean ningún tipo de problemas. Los que ahora mismo me puedo observar en todo
mi perímetro corporal, uno en el codo, dos en la zona media externa de la tibia izquierda y
otro en la zona distal externa del fémur derecho (muy próximo a la rótula) -y anclados a
tendones todos ellos-, a diferencia de los que me salieron en los dedos de las manos en los
principios de la enfermedad, que desaparecieron a poco de comenzar el Régimen, no me causan la
menor molestia, ni se agrandan ni se quitan ni parecen, que evolucionen en ningún sentido. No
obstante, considero prudente no afirmar nada con rotundidad a la espera de que con los años
pudieran presentar alguna evolución positiva o negativa. Ya lo contaría.
El Régimen Ancestral
Como ya les digo, los nódulos que me salieron alrededor de las articulaciones de los dedos de
las manos, de quitaron sin más a poco de ir consiguiendo éxito con el régimen que iba
confeccionando por aquellos entonces. El actual
Régimen Ancestral, bastante más
elaborado y completo que el de aquellos comienzos, no parece tener efectos sobre los nódulos
ya asentados de muchos años (no afectaría a su constitución por ser depósitos de
inmunocomplejos), pero si evitaría, si lo comenzamos en los primeros años de enfermedad, que
aparezcan como entidad asociada a la AR u otros reumatismos de etiología similar. De hecho,
ninguno de los pacientes que se han curado con el Régimen o están siguiéndolo actualmente y en
vías de curación, me han hablado de nódulos como parte de sus manifestaciones clínicas.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de detallados estudios sobre los alimentos y descripciones de muchas patologías comprendidas entre las
reumatológicas, neurológicas, autoinmunes en general y de las denominadas de ensuciamiento y eliminación.
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