Ya escribí en un anterior artículo sobre la
Blefaritis que es un proceso
inflamatorio agudo o crónico, insidioso y persistente, que tiene lugar en los párpados,
fundamentalmente en sus bordes. Son uno de los procesos más frecuentes en la práctica clínica
y su manejo suele llevar mucho tiempo. Su diagnóstico, debido a las múltiples causas, no
siempre es preciso y su tratamiento terapéutico suele ser con frecuencia ineficaz, con
múltiples recaídas que terminan desmoralizando al paciente y al médico que las trata.
Las molestias pueden ser más o menos graves o insidiosas y pueden estar asociadas con
infección ocular bacteriana, síntomas de ojo seco, ciertos tipos de enfermedades como la
Dermatitis Seborreica o la Rosácea o reacciones alérgicas a cosméticos o medicamentos. Como
ven, unos tipos muy clásicos los contemplados por la Medicina oficial para una fastidiosa
condición crónica que, según los médicos especialistas que las tratan, tiene escasas
expectativas de curación.
Y eso es todo cuanto se puede encontrar sobre la etiopatogenia (la causa y la fisiopatología
consecuente) de la Blefaritis tanto en los textos de Oftalmología como en los de la Sociedad
Española de Oftalmología u otras entidades oficiales afines. Ni se habla de los ácaros como
causa ni parece haber muchos estudios ni investigaciones sobre el tema. De ahí las "escasas
expectativas de curación".
Yo, que la he padecido durante algunos años -fastidiosa en extremo y orzuelos incluidos-, a
pesar de que me la trataba con las medidas indicadas por la Medicina oficial -consiguiendo con
cada tratamiento una cierta remisión de los signos clínicos-, no me quedaba satisfecho de que,
al igual que la Artritis Reumatoide, fuera una enfermedad que "no tiene cura". Estaba
convencido de que tenía que haber motivos causales aún no descubiertos o que, por intereses de
Laboratorios y/o estamentos oficiales, no se efectuaban estudios o no se divulgaban por ningún
medio. Por eso decidí dedicar todo el tiempo que fuera necesario a su investigación y
estudio.
Y vaya si lo encontré. Ya señalaba en mi anterior artículo como una de las posibles causas de
la Blefaritis la existencia de ácaros en los folículos de las pestañas. La observación
meticulosa de todos y cada uno de los signos clínicos que presentaba mis bordes palpebrales
(auto observados con una "especie" de lámpara de hendidura de fabricación propia) me hacían
dirigir casi todas mis conclusiones a la existencia de estos incómodos habitantes en los
folículos de mis pestañas. Y allí estaban, según demostraba todo lo observado. Demodex
folliculorum, es su nombre; un ácaro que habita en todos los humanos -y animales- desde que
nacemos, y que no suele causar problemas patológicos a menos que exista súper población. Esta
ocurre por falta de higiene o, más frecuentemente, por un sistema inmune deprimido por
enfermedades o medicamentos (este fue mi caso, ya que, a causa de la Artritis Reumatoide que
sufrí, estuve doce años tomando corticoides).
Logré encontrar informaciones sobre esta otra causa de la Blefaritis en algunas revistas
científicas de otros países, y un estudio más completo realizado por varios especialistas y
publicados en la Biblioteca Virtual de Salud de La Habana, Cuba, que, a pesar de reconocerla
como de las Blefaritis crónicas más extendidas, la citan como no tenida en cuenta ni
diagnosticada. Para no alargar mucho este artículo, sólo les transcribo a continuación la
entrada del Resumen de este estudio (abajo les pongo un enlace por si quieren visitar y leer
el informe completo).
Blefaritis por Demodex folliculorum (publicado en la Biblioteca V. de Salud
de La Habana, Cuba).
Resumen
"El Demodex folliculorum, ácaro del folículo piloso, es un parásito frecuente y extendido, que
ocasiona blefaritis eccematosa crónica, con diagnóstico clínico infrecuente. Se estudiaron
durante un período de seis meses los pacientes que acudieron a consulta con diagnóstico de
blefaritis crónica resistente a tratamientos habituales. Por la sintomatología clínica y los
hallazgos en el examen con lámpara de hendidura: costras, estructuras similares a “bocamangas”
o puños de camisa y el espolón en la raíz de las pestañas, se planteó el diagnóstico
presuntivo de blefaritis acárica. Se realizó depilación de varias pestañas, corroborando la
existencia del parásito vivo en 20 pacientes mediante el examen microscópico directo inmediato
(x100). Todos fueron tratados con medidas de higiene palpebral y óxido amarillo de mercurio y
se logró mejoría en 17 pacientes. Se destaca la importancia de pensar en el Demodex
folliculorum ante todo paciente que se consulte por blefaritis crónica resistente a
tratamientos convencionales, por la facilidad de su diagnóstico y buenos resultados
terapéuticos." (
ver
enlace 1)
Y a continuación, prosigo informándoles del tema objetivo de este artículo.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Lo primero que quiero y debo aconsejarles es que traten de contactar con un buen oftalmólogo y
sea él quien disponga el método y forma de proceder para curarles su Blefaritis por ácaros
(estoy convencido de que todos estos profesionales tienen perfecto conocimiento del tema).
Pero, por si les resultara difícil encontrarlo (es evidente que algunos lo eluden sin que
sepamos las causas), basándome en las investigaciones y estudios que he realizado y las
experiencias adquiridas, les voy a dar algunos detalles y la forma en que procedí para llevar
a buen fin todos los esfuerzos realizados, es decir, a curarme de una manera definitiva la
vieja y más que persistente Blefaritis que me ha venido aquejando durante estos últimos años.
Advierto que llevarlo a cabo sin el concurso de un profesional le puede resultar un tanto
difícil a personas sin ningún conocimiento médico y de escasas habilidades, por lo que les
reitero mi consejo de que traten de que se haga cargo un oftalmólogo. Dejado claro esto, les
describo paso a paso todo cuanto hube de hacer.
Fundamental es tener un diagnóstico de certeza de que es justamente Blefaritis por ácaros y no
cualquier otro tipo el que nos aqueja. Para poder apreciar los signos característicos del
ácaro Demodex -costras, estructuras similares a bocamangas o puños de camisa y el espolón en
la raíz de las pestañas- necesitamos un aparato oftálmico llamado lámpara de hendidura (un
microscopio con una fuente de luz). Pero como este aparato no nos serviría para auto
examinarnos nuestros ojos, tendremos que recurrir a otro artilugio.
Yo utilicé un espejo cóncavo de unos 18 cm. capaz de aumentar la imagen x3 ó x4. Luego, una
lupa de 9 cm. con lente incrustada capaz de proporcionar de x3 a x6. Con x10 no es posible ver
los ácaros (miden unas 280 micras), pero es más que suficiente para ver claramente los "puños
de camisa" ocasionados por los residuos de los mismos en la raíz de los folículos pilosos. Si
los encontramos, tenemos un diagnóstico muy seguro.
El siguiente paso es aplicar un antiséptico tópico capaz de eliminar los ácaros sin causarnos
toxicidad ni otras reacciones adversas. El óxido amarillo de mercurio, que citan como
terapéutica los autores del estudio, se sigue usando en casi toda Sudamérica, pero no se
fabrica ni vende en España desde hace años. Y como tampoco se fabrica ni encuentra en farmacia
producto específico para tratamiento de esta patología, había que estudiar, conocer y
encontrar una sustancia capaz de acabar con los ácaros en tan difícil localización sin causar
ningún daño. Consideré que lo más acertado era utilizar la Permetrina, una sustancia química
sintética muy usada como insecticida y acaricida, y cuyo mecanismo de acción es la
neurotoxicidad por prolongación de la activación de los canales de sodio, causando
despolarización sostenida, bloqueo metabólico y, en pocas horas o días, la muerte de los
insectos. En humanos y mamíferos en general (excepto los gatos) está exenta de toxicidad en
usos tópicos.
Y buscando en Vademecums pude encontrar una crema dérmica, Sarcop, fabricada por Unipharma y
de venta en farmacias. Es un preparado de Permetrina al 5%, un escabicida tópico indicado en
el tratamiento de infestaciones por el ácaro Sarcoptes scabiei causante de la escabiosis o
sarna. Los afectados deben extender la crema por todo su cuerpo -exceptuando zonas mucosas- y
mantenerla durante un mínimo de 12 horas. Es muy efectiva, por lo que en raras ocasiones es
necesario una segunda aplicación.
Para usarla en el fin que perseguimos debemos ser muy cautelosos, puesto que su entrada en los
ojos causaría gran irritación. Para evitarlo, lo más acertado es ponérsela al acostarnos y
justo antes de apagar la luz para dormir. Con los ojos cerrados aplicamos una ligera capa
sobre cada uno de los bordes palpebrales y nos disponemos a dormir. Al levantarnos, ya seca o
asentada la película de crema aplicada, no suele ser molesta (si notara irritación, no dude
en lavarse los ojos con abundante agua y jabón e intentarlo otra noche) y se soporta bastante
bien el resto de tiempo que nos falte para completar las doce horas necesarias para acabar con
los ácaros. Cumplido el tiempo debemos lavarnos los ojos con jabón o champú neutro para
eliminar todo resto del acaricida. Puede bastar una sola aplicación, pero, si la costra de
piel que se origina en el borde palpebral está muy engrosada, puede que la Permetrina no
llegue bien a los parásitos y no les cause la muerte a todos. Su observación en días
posteriores -encontrando aún algunos puntos de residuos aislados- nos confirmará que aún
quedan y debemos proceder a una nueva aplicación.
Para evitarlo en lo posible, y sobre todo para reducir el engrosamiento de la costra y
regenerar la piel de los parpados (apenas perceptible con las diarias limpiezas con agua y
champú que ya practicábamos), antes de la aplicación definitiva del acaricida convendría
limpiar el borde palpebral durante varios días (una o dos semanas) con un antiséptico de uso
general como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), que, además de contribuir a la
descamación y flexibilidad de la piel engrosada, parece que incomoda bastante a los ácaros y
los remueve de sus habitáculos.
Para hacerlo, vertemos peróxido sobre un poco de algodón y lo restregamos sobre los ojos
cerrados con cuidado de que no penetre dentro. Moviéndolo en uno y otro sentido conseguimos
arrastrar parte de los residuos -y puede que algún que otro animalito que se encuentre fuera
del folículo-. Tras un par de minutos, terminamos la operación secando los bordes con una gasa
o pañuelo, restregándolo por los bordes hasta que, mediante nuestro espejo y lupa, podamos
apreciar que quedan perfectamente limpios de residuos y descamaciones (cuiden después de
esterilizar a fondo todo cuanto usen).
Si teníamos superpoblación de ácaros (pueden vivir hasta diez en cada folículo), tras la
aplicación durante una o dos semanas de esta sencilla operación antiséptica, veremos que cada
día encontramos menos residuos de los animales en la raíz de los folículos, y que la piel de
los párpados está menos engrosada y más natural. Si continuáramos con esta simple fórmula
durante algo más de tiempo (quizás uno o dos meses), es posible que consiguiéramos erradicar a
todos los ácaros, pero, teniendo en cuenta que el Demodex Folliculorum, además de en los
folículos pilosos de las pestañas (su hábitat natural), puede habitar en la nariz y fosas
nasales, orejas, mejillas, barba y cuello (y, menos frecuente, en cuero cabelludo, espalda y
pubis), considero más acertado aplicar el acaricida tópico en los ojos y -al menos- en todas
estas otras zonas de la cabeza (si tuviera dudas de su existencia en otras zonas, convendría
incluirlas).
Como es muy posible que -por la necesaria cautela- nos apliquemos demasiado poco acaricida en
los bordes o en algunas zonas y no consigamos acabar con todos los ácaros en una sola
aplicación, si a los pocos días advertimos que hay nuevos residuos, volvemos a realizar la
operación. Y alguna más si fuera necesario. Lo importante es acabar con la totalidad de los
parásitos para que la curación sea completa. Hecho esto, si no tienen más ácaros en el cuerpo,
ni contactos con personas infectadas ni frecuentan lugares de riesgo (aunque es difícil saber
quiénes y dónde), podemos suponer que hemos obtenido una curación definitiva.
Nota: Dada la escasa bibliografía y estudios existentes, este artículo
permanecerá abierto y será actualizado cada vez que, por nuevos estudios, experiencias
propias, aportaciones de profesionales u otros datos de interés, así lo requiera.
1ª Publicación Agosto 2016.
(Enlace 1)
Blefaritis por Demodex folliculorum. Biblioteca Virtual de Salud de La Habana, Cuba.
Nota:
En
La Web de la Artritis Reumatoide, además de un consultorio
on line, dispone de detallados estudios sobre los alimentos y descripciones de muchas patologías comprendidas entre las
reumatológicas, neurológicas, autoinmunes en general y de las denominadas de ensuciamiento y eliminación,
curables todas con el Régimen Ancestral.
URL: La Web de la Artritis Reumatoide