ESCRIBIR SOBRE UNA ROCA Y SER UNA ROCA
Según dice un breve cuento moderno dos buenos amigos, Eliú y Lucio (nombres ficticios),
caminaban por la playa cuando se metieron en una discusión la cual fue subiendo de tono hasta
tal punto que Eliú dio un golpe a Lucio. Lucio, herido, escribió en la arena,:“Hoy, 15 de mayo
de 2005, mi amigo, Lucio, me golpeó.”
Más tarde se reconciliaron y Lucio fue a bañarse en el mar. Una ola le llevó lejos de la playa
y gritó pidiendo socorro. Su amigo, Eliú, se metió al mar y salvó la vida de su amigo.
Entonces Lucio grabó las siguientes palabras en una roca: “Hoy, 15 de mayo, mi amigo, Lucio,
me salvó la vida.”
“¿Por qué escribiste mi ofensa en la arena y grabaste mi favor en la roca?” le preguntó Lucio
a Eliú. Este respondió, “quería que su ofensa fuera borrada por el mar y su favor recordado
para siempre.”
De este cuento didáctico se puede sacar la conclusión de que hemos de perdonar las malas
acciones que otras personas nos puedan hacer (incluso las de un buen amigo) y pasar página lo
antes posible. No podemos instalarnos en el odio o intentar la venganza contra aquella persona
que nos ha hecho algún mal aunque, reconozco que, en un principio es difícil superar la
decepción que supone el ser traicionado por una persona querida por ti pero, según mi opinión,
con el rencor y los malos recuerdos no se soluciona nada e impide que no llegues a ser
plenamente feliz.
Pasar página, lo antes posible, de los hechos que no te son agradables es lo mejor que se
puede hacer. Seguir adelante sabiendo que a lo largo de la vida no todo es un camino de rosas
sino que también te encontrarás con espinas que pueden llegar a pincharte hasta el corazón,
pero no adelantas nada quedándote estancado pensando, tan solo, en esos malos recuerdos.
Hemos de escribir sobre una roca de granito las ayudas que, a lo largo de tu vida, vas
recibiendo ya desde que naces. Primero tus padres que te acogen en su seno y te dan bastante
seguridad cuando eres un niño indefenso o un joven alocado que cambias cada día de opinión o
parecer. Los padres te dan la seguridad mediante su cariño, su techo y un plato de lentejas
para que no te falte lo básico y puedas tener tiempo para estudiar o buscarte un trabajo (por
ello los jóvenes españoles no se independizan de sus padres hasta casi los treinta años).
Cuando ya eres adulto, y tienes las ideas claras, has de ser una roca defendiendo tus
principios sin tener que mudar de parecer cada dos por tres dependiendo de las tendencias o
modas existentes en cada momento. Primero tendrás que decantarte por los distintos conceptos
existentes en nuestro mundo globalizado como son la diversidad cultural (latina o
anglosajona), tendencia política (autoritaria, liberal o social), elección en los gustos y las
modas de todo tipo (en el vestir, lectura, deportes y aficiones en general, etc.).
Cuando vas siendo mayor te das cuenta que todas las ciencias y campos del saber son necesarios
y útiles y que no forman compartimentos estanco sino que muchas disciplinas se van combinando
entre sí. El gran doctor Emérito en economía, Ramón Tamames, en su popular obra titulada:
“Introducción a la economía española”, de la que ya se han editado más de treinta y seis
ediciones, inicia su obra haciendo un breve análisis sobre el relieve y clima de España
(Geografía física y climatología) para dar paso, a continuación, al desarrollo de un capítulo
dedicado a la población y su evolución en el último siglo (Geografía de la población,
demografía, estadística) y, ya por fin, entra en su terreno analizando la economía en sus
diversos sectores económicos (primario, secundario y terciario).
Nadie parte de cero en conocimientos. Todos tenemos que apoyarnos en un sinfín de fuentes que
hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, son más fáciles de conseguirse pero hemos de
tener cuidado ya que parte de esas fuentes pueden ser erróneas y nosotros hemos de saber
discernir qué fuentes o documentos son fiables para la elaboración de un trabajo y cuáles son
erróneas. Solo a través de la experiencia, y los muchos años de estudio y trabajo, nos
servirán para procurar acercarnos a la verdad que, como sabemos, no es absoluta ya que siempre
hemos de contar con un margen, mayor o menor, de error.
Cuando inicies un trabajo procura terminarlo y no dejarlo a medias o sin finalizar ya que,
entonces, no serviría de nada. No temas que puedas tener algún fallo o error, nadie es
perfecto e intenta aportar a ese trabajo o investigación algunas palabras novedosas, sean
pocas o muchas, ya que todo trabajo parte de la utilización de fuentes y documentos diversos;
nadie se “inventa” todo el trabajo. Realiza con ilusión las tareas que hagas pensando que tal
vez sea el último que vayas a hacer en tu vida y procura quedar en paz contigo mismo sin que
te importe, en exceso, la opinión de los demás porque lo primero y más importante es el deseo
de saber y el ánimo de aportar algo aunque sean dos palabras. Así, seguirás por la senda del
saber y ejercitarás uno de los derechos más importantes de todo ser humano como es el de la
libertad de expresión que hemos de ejercer al máximo para que no se oxide o se restrinja.
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