Perfección

No sos perfecta, pero de existir la perfección la tuya sería
no serlo,
y así me declaro imperfecto para que también lo
compartamos,
porque no elegí quererte, por eso te quiero más aún,
porque de haber elegido lo hubiera contaminado todo,
como todo lo que nos rodea día a día,
por eso te quiero más aún.
Porque te guardo en aquel rinconcito donde puedo refugiarme,
por eso lo cuido,
como la lluvia que indiferentemente cuida de las flores,
porque sin saberlo las cuida porque sí, y así te quiero.

No sé si podrás entenderlo, pero sí sentirlo,
porque si yo lo entendiera, entonces dejaría de quererte,
y por quererte así, es que no lo entiendo.
Entender, como si cuando nos vayamos de aquí
nos vayamos entendiendo alguna cosa,
lo más probable, tal vez,
es que el amor sea lo más inentendible de todas las cosas,
y por eso te quiero más aún.
¿qué sabrán de nosotros las flores?
por eso tampoco necesitamos saber si yo estoy aquí o tu
allá para sabernos,
después de todo no necesitamos saber nada para existir,
y así existe nuestro amor, por eso te quiero,
por eso aún no he podido definirlo ni darle nombre a
nuestro amor,
porque de hacerlo le daría vida al entendimiento,
y todo moriría como un pétalo en otoño, solo,
en la muchedumbre de los otros.


Una noche de tí

Los astros de día, distraídos, se olvidan de tí,
o deliberadamente descansan de recordarte.

Llegaste y rodeaste mi corazón de agujas
para que no se mueva hasta nuevo aviso.

El azar se hace raíz del tiempo en la soledad de las almas,
mi corazón es una almería de ti.

Tres lágrimas juntas caen en la mesa
y forma un humilde monumento en tu nombre.

El corazón quedó hecho poema.