• Luis Enrique Prieto
    PRO - POÉTICA

    Sefarad

    por Luis Enrique Prieto




(para David Chocrón)



¿A dónde has ido, Sefarad,
envolviendo olivos de sangres sin sombra
en cubículos de espinas tronchadas?
¿Quién descerrajó golondrinas vagabundas
para trocarlas en águilas bicéfalas?
¿Cuándo te vestiste de rojo furia
para quemar cadáveres en las alambradas del pánico?

He visto el miedo zumbando ojos sin pupilas, mientras cantabas mediterráneos con peces de metralla y azufre. Tu bandurria sin cuerdas se aburrió de esperar manos ausentes de disparos, o de recelos, y ha quedado abandonada en un desván con máscaras pendientes del ataque y paredes blindadas a las risas.

Ya nada te separa del genocidio y de las cenizas que abonaron campos antiguos. La maldición impresa te ha convertido en verdugo después de haber llorado a tus muertos, endosando muertes y guetos tras la memoria de la carne, reproduciendo dolores sin estrellas, pero con las mismas marcas, con similares éticas, siempre agazapadas tras los discursos del odio y de la raza.

Me has dicho que “matas o te matan”, pero he entendido bien, -tristemente bien detrás de tus palabras furiosas-, que andabas escondiendo lágrimas de semillas y uvas para no sentirte sucio enfundado en tu parapeto de culturas sin recuerdos, sefarditas canciones de amor y paz cantadas en los caminos de Al Andalus mucho antes del obús y de los tanques, cuando aún tus manos no se sentían cómplices de Sabra y Shatila, o de los asesinatos selectivos y programados en nombre de un Yhavé defensivo y temeroso…

Escucha el violín rasgado de Menuhin y la voz dulce de Ofra Haza: no necesitas odios, y sí recuerdos de juderías y doncellas en los callejones de Córdoba o en los azabaches del agua de Granada. Ni siquiera necesitas saber si Abraham o Mahoma eran amigos o enemigos, ni desvestirte en un “salam”, que suena a “shalom” cuando los labios se tuercen por maniqueísmos sin lengua. Necesitas, sí, limpiar de rojo tus manos, y dejar que las cenizas antiguas no enciendan más crematorios donde el dolor se vista de castigo y de indulgencias.

¿A dónde has ido, Sefarad,
qué has hecho con tus cantos de amor,
con tu pluma de versos perdidos,
con tu tierra prometida y desolada?

¿Cuándo te has vestido de guerrera
abandonando las retamas entre pólvoras sin rumbo?

(¡Qué más dará una kippa que un tarbus!)


Córdoba. España






Curriculum

Curriculum




volver      |      arriba

Pulse la tecla F11 para ver a pantalla completa

contador

BIOGRAFÍAS    |    CULTURALIA    |    CITAS CÉLEBRES    |    plumas selectas


Islabahia.com
Enviar E-mail  |  Aviso legal  |  Privacidad  | Condiciones del servicio