Andar en bici, me gusta andar, caprichos del alma no recuperar, perderse en la sombra, no
poderse ver bien en el espejo, buscar y no encontrar, no tener remedio ni poder curar. No
sentir, no ser nada, nadie, nada, poco, menos. Andar en bici con mis pantalones cortos, camisa
de cuadros, zapatos nuevos, pelo recogido, pinzas monitas, sueltos los pensamientos, así toda
mona, pero sin causar envidia porque soy gorda de atar, ya fui guapa ¿eh?, andar en mi bici,
andaré sin más, paso a paso, elegante, pasito para atrás, no, eso no, no y ya, bueno, mejor
andar siempre hacia adelante, poder escuchar versos tiernos, danza que te danza, gusta que te
gusta, nada que te nada y nada de nada es nada.
Brillos, lluvia, cortarse el pelo, anunciarse con el tiempo, ¿quién me hará caso?, el perro
Simón, no preciso más. ¿Quién responderá?, si hay los deseos puros de matar, brillos de
esperanza, ya los desprecié, no quiero abundancias, no perder la fe, si todo se arregla y todo
se remedia, todo tiene un nombre, todo su consuelo. Anda ya y dime si quieres un donut, si
amas la vida o si duermes sólo. Dios ayúdales, envíame la suerte de poder estar en soledad con
mis problemas, no en esta mecedora rota, aquí vamos mal, te va regular, vamos hacia atrás y
detrás… no hay nada. Un tren me pasó por encima y estoy muerta, partes de mi entran en crisis
por su destrucción, se declaran en guerra y buscan vengarse, sin conocer la esperanza al
carecer ya... de vida.
Todo lo que se deja es oro, todo vale, todo se recuerda y se merece un diez. Oro y platino,
bronce, es alimento y sustento y es puro cuento. No sé si al atravesar esa puerta moriré otra
vez, todo lo que se deja, todo es oro, azabache. Sólo una cosa, no matar sin saber bien, sin
consultar, en ocasiones las almas que menos nos saben son las que oran y se merecen resistir,
sobrevivir. Oro, oro, oro, oro. Ora. Y que sea ahOra. AhOrra también. Todo es bendición, amor,
metal, Dios, abundancia oro es. No incluyas la muerte en mis archivos, no me separes de la
dignidad del ser... oro reluciente, oro que se queja para siempre. La voluntad puede ser de
oro, entonces se lograría cualquier meta y si no es así, dejar que otros las logren, oro,
plata, platino, bronce y me voy.
Ha comenzado mi último rodaje, mi película final, antes de dejar esta aventura de hacer lo que
hago tan mal, sin maestros, sin castigos ni premios, sin dinero, sin esperanzas de ganarlo y
deseando que si algún día se diera el caso, fuera para los necesitados.
Luces, cámaras y acción, se rueda, no son escenas, son secuencias dramáticas también,
capítulos sueltos, ensayos, pruebas sin valor o con el. Silencio, rodaremos todo seguido, que
no hay tiempo que perder. Antes del último suspiro del amanecer debe estar la cámara de cine
guardada, los sueldos cobrados y el copión preparado.
Silencio, que va en serio, es mi último rodaje y quiero que salga bien, buena luz, buenos
paisajes, actores, cámaras, scripts. Todo.
No recibiré felicitaciones, no habrá público, no importa, ¿cuántas cosas no han tenido quienes
vieran por ellas?. Debo elegir bien los objetivos, desenfocar los fondos que no me interesen,
que las caracterizaciones de los personajes sean buenas, el vestuario, los efectos especiales,
sea acertada la elección de las localizaciones, que haya cover sets en los exteriores.
Elegir la figuración no será fácil, también serán ellos protagonistas de mi última obra, de
forma excepcional, innovadora, increíble, pero cierto. Fuera de la “Teoría de la
Comunicación”.
Aquí dejo tus enseñanzas, amigo. Hay que apartar los malos calores y debemos luchar porque
haya justicia en esta mala bola terrenal que habitamos llenos de miedo, pavor. Aquí está lo
tuyo. Por culpita de todos el mundo es malo, hay que ser sanos, justos y... valiosos seres
humanos. Así lo desean ellos, lo desean todos, nuestro gran amigo, nuestro salvador, él es
nuestro fiel colega que nos ayudará, no nos crucemos de brazos, sigamos caminando como si
fuésemos las damas del sol.
Gato guay, del Paraguay, venido del Uruguay, llegando a Venezuela y allá se va y allí... mi
canto para vivir nuevamente tierra adentro, cara a cara, Guadalupe hermosa no vacilaré en mi
llanto.
Pelo corto y a él, el noble corazón, grande en todo y mi misión... ¿la habrá?, sólo ser,
existir, ser como ellos porque somos lo mismo. Rosa del viento, sol y penumbra y canción
lejana. Pelo con mechas, versos de risa sintiendo vergüenza, ¿y qué?, es mi evento, sienta o
no amor, creo que no, no soy capaz, no me cabe, pero ¿sabes?, ya es demasiado tarde, ya no nos
besaremos ni muertos, ya no nos veremos más. Ya nada porque te ganó el más grande, el amor de
verdad que quiso unirse a mí puede que... aquella tarde en que travieso estaba el corazón de
niña obesa que fui yo, no no, es falso, siempre he estado delgada. Por eso, rebeldes mis
órganos que enfermaron sin razón justificada, quisiste perder y me agrada, elegir olvidarte de
mí. Cobarde elemento ojala te toque sufrir un poco.
O él o yo, trata de integrarle, ¿saben?, hiperactivo sigue siendo, sigue deshaciendo el
trabajo de otros, ¿y qué?, él o yo, entonces así, uno de ambos, integrarse poco a poco pero
¿hasta cuándo?, bueno está y es así, vale hay que sufrir, bueno hay que pasarlas o no haber
nacido, o él o yo, los dos no, bueno así, bueno ya, bueno. Elegid. Dios, gracias y desgracias,
de tos padezco y de infelicidad... un poco, no demasiado que lo sepas aunque me gusta escribir
que lo paso mal. Padezco desdicha y delgadez, pero no extrema. Sufrir, padecer, vencer, volver
a dormir y a soñar, triste estado, ¿por qué?, sácanos pronto de aquí, amén.
Pancho está en el psiquiátrico porque imaginó que unos sujetos del Sur le pegaban, tiró a la
basura el microondas, el horno, no se tomó la medicación que le regulaba el ánimo, se lo
llevaron allí, es bipolar, necesita medicarse todos los santos días, sin falta... no quiere y
sufre las consecuencias, cae en depresión, lo encierran y lo convencen de que debe volver a
cuidarse.
Quiere ser normal, no un loco, cree que le van a implantar un microchip para saber de quien es
y donde puede estar. Son seres poderosos que quieren dominar la Tierra a su modo. Vuelve con
su gitana y se cree un ser divino, su buen corazón le traiciona de nuevo, carga las bolsas a
las viejas que cruzan las calles, compra caramelos a los niños, pero no se cura. Está amarrado
a esas pastillas que no serán su fin, ¿no sé cuál será?, dulce milagrito espero, hoy siete de
diciembre de 2006.
Ahora hago menos trabajo, tendré que valorar si vale la pena, ahora menos labor, pero un
hiperactivo y un maníaco sexual tengo que aguantar, tendré que valorar que pasos quiero
seguir, por donde debo ir, como proceder, nacer y caminar, pero ¿hasta dónde?, quizás me
compense trabajar más, quizás también… disimular.
Probar el amor de un cuerpo equivocado, tenerte a mi lado y odiarte, despreciar tu ser...
Infinita desgracia, la mía. Tener que verte y tenerte al lado y escucharte, no sé cuanto
tiempo lo resistiré pero estoy mal, muy mal. Quiero separarme, que se vaya lejos para siempre,
pero nadie escucha, nos lo han calzado y hay que aguantarlo, queda eso. ¿Qué le he hecho
yo?... no me lo merezco pero toca aprender de lo malo y lo bueno, soy tangible y existo, no
poder escapar, correr no sería un ejercicio sano, podría provocarme el infarto.
Andaré con el viento paso a paso, soplo a soplo, que con estas palabras lo que no fue ya no lo
será jamás y esa es mi meta: que me llamen idiota, poca cosa, lombriz. Esperando el último
viento andaré constituyéndome en la referencia futura, a pesar de nada haber tenido ni
cosechado de nadie más que los desprecios. Paso a paso daré, destruiré los elementos, los
aniquilaré, andaré con el aire fresco que corre veloz y es seco. Volver a empezar, a ser y a
rechazar. Al señor Viento escuchar y desear su último aliento, su trueno y su adiós. Caminaré
con gracia majestuosa, esperando el final real que llegará para cubrir mi pobre y sin embargo
nutriente lamento. Acabarán las pesadillas en que me he metido, aire de pacotilla que me haces
esperar como tantos otros fenómenos de la naturaleza. Eres un mentiroso que vienes y vas, ven
y quédate y méceme y muere, entonces sabré que podré reír, desaparecer de estos sitios y
alejarme para siempre, no seas vengativo, sé amigo, aventurero, no cruel, sé capaz de morir
por mí, que tu último suspiro tenga en mí su destinatario, no guardes silencio, pero llega a
mis calles ya para ejercer tu papel de viento.
Amigo invisible; ¿Por qué suenas si no llueve?, ¿por qué levantas las olas falsamente?, ¿por
qué me animas y me dejas?, vuelve don Viento con su sombrero y mece las olas de un mar y la
lluvia cae ansiosa de que la pueda tocar, se asoma y resucita a los elementos: rocas, arena,
edificios... pero el viento es un mentiroso, dice que "te quiere" y se va. Sé que morirá en el
mar, quiero que me deje ahora, ya le viví y pensé, está interiorizado en mi ser, deseo ser
feliz pero le vent vient, reste, m´aime... Mi corazón ya no desea pensar en sus virtudes ni en
sus defectos. Ya no.
Bajar a limpiar el trastero sexto C, ¿por qué?, porque las cosas deben estar limpias, nítidas,
deben resplandecer, oler bien porque son mis cosas, porque me pertenecen y nada más y es
suficiente. Bajar a limpiar el trastero 6-C porque es necesario, porque no tengo chacha y es
imprescindible que esté limpio después de haber estado tan sucio, me toca de cerca el tema, es
mi problema.
Fui mujer de paso en la vida de él, llegué a esa conclusión, fui mujer de un día, una poca
cosa y por eso mejor irse al Oeste y olvidar que nada fui para su ser de serpiente. Ya no
estaré más allí, en su presencia infernal que me llena de dudas y de preguntas que hacen que
pierda mi inocencia.
Anda y llórale, ándale y ándale, y ve, y sé, y cúbrele, y corre, y tropieza, pero vuelve, tú
sí, regresa, vuelve siempre a creer en lo imposible. Imbécil.
No hubo amor, debo saberlo en cada paso que doy, no hubo amor sino deseo de estar cerca, más
no amor, de eso no, no debo creer en su cariño, en su ternura, aunque sea negro y sienta
simpatía por los de su raza, no debo. Si fue tan falso como todo lo falso y tan mediocre como todo lo mediocre, no hubo amor sino
estrechez, me ha hecho sentir culpable sin serlo.
La muerte llegó y sufro por ella, cuesta resistir a la pena, la ayuda se espera y se desespera
uno hasta los límites insospechados del ser. Soy poco generosa conmigo misma, soy yo, mi mamá
me mima y me grita también, te enteras de todo porque lo cuento, pero nada de lo que siempre
he contado es cierto.
Nadie sabrá de mis verdaderos sentimientos, de mi año de insomnio y mi cabeza loca esperando
grandes cosas, mi lucha interior, mi batalla que no he ganado y las vergüenzas en que me metí,
maldita sea la opción de resistir habiendo sido mejor cortarse las venas, pero no, el hombre
debe aprender a soportar las pesadas cargas y las pruebas celestiales.
Seguir en pie cuesta un mundo, querer huir de la miseria y querer arrebatar la suerte a otros,
arrasar con todo, romperse la cabeza con cosas útiles, no con tristes cuadros mentales. Estoy
demasiado triste para sobrevivir sin contarlo...
Quiero que llueva mucho de una vez, hágase, acábese la misión que es más infierno que otra
cosa, pero que también es lo mío. Lluvia, truenos, nieve, venga ya, ya no puedo más, aunque
sólo sea un minuto deseo ganar un premio a la dignidad, ser una excepción mundial, unirme a
los buenos aunque mala sea, mi alma está perdida y volveré a nacer... lo sé. Gripe que no me
deja, me fastidian tus presencias inesperadas y frías, llenas de complicaciones, crueles son
las visiones de mi alma atormentada que fue, sin embargo, feliz. Gris, tos, fiebre, malestar
general, cama, mucha cama.
Cortinas rotas, cuadros de marcos color rosa y yo, que vivo esperando el paro cardíaco por mi
año de insomnio et mes cauchemares, mi incomprensión del mundo y mi jaqueca, irse a negro,
irse lejos y poder así, olvidar, Chopi, chip, Chipo, chap, Chipi, champán, rojos, marrones,
ojos que te ofrecen dulzura, enciclopedias, reciclar para vivir y volar, volar y volar,
grises, ocres, cortinas ¿pero las hay?, de esos colores tristes ¿las hay?, no las tengo, yo no
¿o sí?, no, no, no te engañes. Yuppy Sosyta te castigará.
Lleva cinco años lloviendo, 2002 que dos, 2003 tal vez, 2004 que abajo, 2005 que pincho, 2006
¿qué ves?, llueve, llueve, nieva, llueve, caen gotas, bolas benditas que caen desde arriba y
yo las recibo en la almohada, lloro, porque sigo sin regresar a Venezuela, grande mi pena en
la espalda mora, no me la puedo sacar, cae y cae gota a gota y sigo aquí, con dolor, mucho
porque no comparto mis ilusiones con ellos y lo sé. No hay cura en el presente, desconozco un
futurible, que el naranja se vaya a negro, no lo sé. Venezuela, gran señora que me espera por
ser suya aunque no quiera ni me importe ni me enorgullezca. Llena de esperanza cruzo los ríos
con la intención de encontrar la ansiada felicidad, no entre enfermos, eso no, no en
hospitales generales que apagan mi voz.
6 de diciembre de 2006, llueve, 8 de diciembre de 2006, llueve más y hay ciclones. Y que bueno
es, que cariñoso, caliente, agradecido, abrigadito, cubos de agua, aire a aire recibo la brisa
inquietante que sin embargo me abandona después de tocarme, ¿a quién puede recordarme?, iré en
barco e iré rezando 1 y 2, 2 y 3. Y en este puente de la Constitución cuanto restará por ver
llover ¿cuánto más?, tormento cruel que ya pesa.
Y yo deseo que llueva más y más, hasta la última descarga de las nubes pues es mi tarea, en
función de los mandatos de todos los que me ordenan ser yo. Lluvia que te quiero lluvia, verde
que te quiero verde, ven a llenarnos el alma de calor. Lo verdaderamente campestre, es mi
sitio, mi cobijo, quiero el agua que puedo beber, la que no, no. Entonces ese bien es de
todos, pero no toda tomaremos, muchas cosas que se quieren se deben dejar atrás. Porque no te
quieren ya. Hay que llenarse de lo verdaderamente luminoso, es mi sitio, quiero a los que no
quieren, amo a los que no aman, venero a los que no veneran, para que me dejen en paz. Mi
sitio no está aquí.
No puedo con todo, por eso pido salir, escapar a tiempo y ahí va mi oración, quizás mi única
oración y la rezo siendo sincera, pido irme a tiempo, escapar, saltar el muro, no puedo con
todo, no puedo y ya está, salir mañana mismo. No hagas más larga mi espera ni más pesada mi
carga, acúdanme y no se las den de jefes, debe haber compasión y deben tender una mano, sin
miedo y a tiempo, sin soledad y con valor, sin importancia, la propia de estos tiempos, con
atrevimiento porque ya basta, bastante hice, pero ya no puedo más. Amapola Yogitu Azul seré,
personaje que un día dibujé.
Querer salir ilesa, sin un sólo arañazo, sin dolor del gordo del dedo del pie, querer salir
sin heridas. Tener que lograrlo, valor, coraje, querer sanarse, resistir, poder con la rinitis
y el catarro, la gripe, querer salir sana, con la cabeza bien alta, pero ya no se puede, ya
pasaron demasiadas cosas que en mi alma llevo, ya hay demasiado aprovechamiento indebido y
desgracia a mi alrededor. Estoy marcada, se esmeraron en cicatrizarme con cuño de hierro,
mentes desgraciadas y suya la desgracia debe ser también, no sé si podré, lo deseo claro,
quiero sobrevivir.
Volver a Venezuela, Venezuelita... pago a pago, paso a paso, billete de avión en mano,
pasaporte que me voy, cuando acabe todo me voy, volver al Caribe donde un piso aún hay.
Volver. Regresar y no volver a emigrar, palmo a palmo, risa a risa, con avión y sin trampa,
para que nadie sepa que me fui al Estado Miranda o Trujillo, Portuguesa o Falcón. Que nadie
sospeche jamás, que nadie tenga dudas, que nadie jamás se entere, nadie es nadie, irse y no
volver y de allí talvez a Colombia o Perú. Por eso deseo salir ilesa, pero salir pronto,
prontito, prontote, salir antes de recibir un puñetazo, libre, airosa, gloriosa y salir viva
que es como Dios quiere que salga. Soy Clotildita de Yaracuy, otro personaje de mis cuentos.
Me han aguantado en el trabajo pero lo he hecho por dos o tres, así que me merezco un
beneficio a mayores, soy productiva y activa, no a la basura para mi vida que mucha dicha les
he dado yo, mucho ahorro, mucho afán. Puse un 50 o un 90% de esfuerzo más que ellos, he
trabajado duro.
Morirse pronto pero no sufrir más la desdicha y el tormento, la cruz azul cobalto, la sartén y
el azúcar que no se tomará. Vivir es como estar muerta, causa inquietud y ese muro no pasa sin
más. No verse atada a la vida, el haber nacido un mal día creo yo que me marcó, y sin embargo
gustarme su mes y el número, pero así, bajo esta triste condición quiero alejarme y estar
sola, sin demonios, sin Dios, sin nadie, sólo yo, pensando en la eternidad, en lo infeliz que
pude ser... Lo que realmente me anima y llena, abriga y ama es su voz, la que dice que me
espera y pronuncia bien mi nombre: Flor, Amanda Flor, amapola azul, virtud, abrazados ambos
bajo la inmensa luz del sol, de nadie se aprende a amar, no hay tal novedad. Fluye el amor en
solitario, nadie sabría explicarlo. Nadie sabe, Flor.
Zig zag, quédate atrás, palabras que no conocí, virtudes que no me visitaron, amores que no
tuve pero que disfruté a mi modo universal, he dicho bien, sólo una vez, zig zag toda la
mañana sin haber bebido una copita de brandy, penumbra que me deslumbra porque no quiero irme
a gris. No fui la meta, fui el medio… pero seré su cruz.
Amenazas de muerte recibo y yo no quiero morir, que alguien lo impida día a día, que no sea
imposible, que las amenazas mueran y viva yo, que en mi buzón de correos encuentre la voz de
mi amigo Ricardo, el que creo el verdadero amor. Amenazas que cesen ya que no me dejan vivir
en paz, que no toquen a mi timbre ni golpeen mi portal ni me canten serenatas ni reciten
falsos versos, Amenazas no las quiero que se vayan con ellos.
El cielo brilla pero yo sigo postrada en una cama con tos, dolor de garganta, sin poder salir
ni a ver el campo, el cielo brilla pero yo sigo sufriendo las consecuencias de la ira, la
avaricia, la desolación del colega, la injusticia. Sufro de incomprensión, tapada con mantas y
tomando chocolate caliente.
No es llenar por llenar, paso a paso, verso a verso, cuento a cuento, palabra a palabra voy
llenando este cuaderno que podría ser famoso algún día, que llegará a ser importante de no ser
por la mano del hombre que todo lo destruye.
Me saqué el pasaporte para ir a Caracas, Candelaria, Las Mercedes, Ño Pastor a Misericordia,
Nuevo Circo, Avenida México, San Jacinto, La Hoyada, Sábana Grande, Parque Carabobo, Lagunita
Country Club, Los Caobos, Avenida Francisco de Miranda, Macaracuay, Cementerio del Este,
espérenme que este lugar ya no me sacia moral ni anímicamente.
Todos moriremos; es ley de vida hacerlo, no soy la bella mañana, no deseo la venganza ni el
rencor ni un altar lleno de flores, deseo morir en paz. Soy normal como cada cual, olas del
mar, dulce perfume, fresco y rico olor me arroparán para demostrar mi tesis. Cantaré al amor,
si no lo he hecho ya. Ustedes sabrán. Corazón abierto a la luz nueva, con flores en el pecho
lleno de soledad incierta de quien no desea ya recordar jamás. Tapada de amor, puro amor
celeste.
Soy como cualquier ser humano, como somos todos, la gente se parece demasiado, es mi
conclusión de ser peregrina por el mundo, de visitar espacios y cambiar de ciudades.
Luchadora, con deseos por cumplir, buenas referencias se darán de mí, soy lo que soy, que no
haya obstáculos, demostré capacidad, tenacidad y buena fe. Ser uno más.
Verse vieja y vacía de tantas cosas, huecos que nuevas situaciones no deseadas fueron
llenando, llegar a ser anciana a pesar de todo y desearlo, pero siempre viendo hacia adelante
porque detrás no queda nada.
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