De
la sustancia a la anécdota
(Memorias informales de un hombre inquieto)
No es ésta la primera reseña que se le hace en esta sección a José Cervera Pery. El último
libro ha sido Mar presencial, reseñado en 2015.
Esta obra que nos ocupa hoy está compuesto por 426 páginas con un gran número de fotos en las
que el autor, como ya nos indica el subtitulo, narra una rica experiencia desde sus raíces
familiares, su juventud, en la época universitaria de su aprendizaje en la vida militar, en la
que llega al grado de General Auditor del Cuerpo Jurídico Militar, hasta su etapa más reciente
de vida social contando los pormenores de las circunstancias que lo han rodeado; contar que no
es una narración fría y catalogadora de sucesos, sino un peregrinaje emocionado por tiempos,
lugares y gentes que forman parte de nuestro bagaje vital, todo ello referido con un lenguaje
de gran calidad literaria.
Lo mismo recuerda sus entrevistas y contactos con altos cargos políticos y militares, que cita
su condición de Rey Mago en la cabalgata de su tierra, San Fernando (Cádiz), el detalle poco
común de que Pepe Marchena cantara para él solo, su estancia en Guinea y Nigeria, donde lo
toman por un japonés…
Simpática la contraportada en la que el autor aparece en la Plaza del Rey de su ciudad con la
mano sobre el hombre de un mariscador y vendedor de mariscos, hoy convertido en estatua, como
un homenaje a todos los mariscadores y venderos de mariscos que han sido en la La Isla de San
Fernando. Debajo de la foto José Cervera coloca un texto bastante expresivo del libro en que
hace una estupenda y verídica descripción de su entorno, iniciando con ello el relato que
convierte este libro en un acta de vivencias que va de lo familiar a lo profesional, pasando
por los diversos matices de su vida entrelazada a los eventos diarios.
Este libro culmina una larga bibliografía, tanto la específica de historiador en su profesión
de marino, como la dedicada a la literaria, algunas de cuyas obras hemos dado cuenta en este
apartado de reseñas literarias.
Enhorabuena a José Cervera, a Pepe Cervera para los amigos de su Isla cañaílla, por esta
culminación de nonagenario lúcido, como quien ve la vida desde un monte y con su mirada riega
de emoción lo que ha vivido y amado a lo largo de su longeva y bien aprovechada vida.