Bronquitis Crónica
La Bronquitis Crónica es
la inflamación prolongada de los
bronquios. Clínicamente se reconoce y se define como tos,
acompañada a menudo de una expectoración
mucopurulenta, que se manifiesta durante
al menos tres meses al año y que aparece
al menos dos años seguidos sin causa ORL
o bronquial precisa. En
España afecta al 9,1 % de la población
entre los 40 y los 70 años y al 16 % de los
mayores de 60, y provoca dos veces
más fallecimientos que el cáncer de
pulmón.
Por lo general no se le suele dar mucha
importancia hasta que, por su continuidad
y frecuencia repetitiva, sus efectos
comienzan a ser más graves. Es un error
porque, la bronquitis crónica, junto con
el enfisema, el asma bronquial crónico y
las bronquiectasias, suelen precipitar o
dar lugar a la llamada EPOC (Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica), que se
caracteriza por una progresiva obstrucción
de las vías aéreas, en general de bastante
gravedad y no reversible. La EPOC está
considerado un problema de salud pública
de primera magnitud, porque afecta a
muchas personas, causa muchas pérdidas de
horas de trabajo y acorta sustancialmente
la esperanza de vida.
Aunque, aparentemente, la bronquitis
crónica es una enfermedad
que nada tiene que ver con las
Reumatológicas y las autoinmunes en
general, comparte con éstas la principal
vía de entrada de moléculas alimentarias y
bacterianas -el intestino delgado-, causa
común en el origen de los diferentes
procesos patológicos que afectan a unas y
otras. Es considerada, por tanto, una
enfermedad de ensuciamiento dentro de las
que Seignalet propugna como Patologías de
eliminación y que describimos brevemente:
Cuando ciertos residuos alimentarios o bacterianos traspasan la pared del intestino delgado y pasan a la sangre,
sobrepasan las capacidades de eliminación de los emuntorios (órganos y tejidos por los que el organismo expulsa al exterior
lo que le resulta tóxico) y se acumulan de forma paulatina. Esta acumulación produce diversos efectos nocivos
-alteraciones
celulares, de comunicación y otros- que, dentro de las enfermedades cuyas causas encontramos en el ensuciamiento celular, según
que el emuntorio principal sean los
bronquios, el colon o la piel, denominamos patologías
de eliminación bronquial, cólica o
cutánea. Así, pues, la bronquitis crónica
es una patología de eliminación bronquial.
Debería continuar -según acostumbro-
con una exposición clínica,
etiopatogénica y terapéutica de la
patología que tratamos, pero, considerando
suficiente y acertada -con el añadido de
citas a otros investigadores- la que nos
hace Seignalet en su libro La
Alimentación. La tercera Medicina,
la reflejo literalmente a continuación.
"La bronquitis crónica afecta al conjunto
del árbol bronquial, que evidencia un
estado inflamatorio no específico, en el
cual las células dominantes son los
granulocitos neutrófilos y los macrófagos.
Pueden producirse varias complicaciones:
1) La obstrucción parcial dc los
bronquios, debida a distintas causas
(Muir, 1995): edema de la pared, exceso de
secreciones y a veces tendencia a un
espasmo reactivo de la musculatura
bronquial, en cuyo caso se puede hablar de
bronquitis asmatiforme. La consecuencia de
la obstrucción es la insuficiencia
respiratoria más o menos marcada.
2) Las dificultades de la espiración del
aire terminan por ocasionar a la larga una
distensión de los alveolos pulmonares.
Cuando la elastina, que confiere
elasticidad al tejido pulmonar, es
destruida por las elastasas, enzimas
liberadas en exceso por los polinucleares
neutrófilos activados, esta distensión se
vuelve irreversible. Y se produce un
broncoenfisema (Stockley, 1995).
3) Las elastasas v otras enzimas
secretadas por los leucocitos atacan a los
constituyentes de la pared bronquial:
fibras elásticas, fibras musculares y
cartílago. EI resultado es la fibrosis y
la dilatación de los bronquios (Baldeyrou,
1995).
Varios factores favorecen la bronquitis
crónica (Silverman y Speizer, 1996): el
tabaquismo, la polución atmosférica
urbana, las profesiones expuestas al polvo
y a los contaminantes, las infecciones
respiratorias de la infancia y el déficit
en alfa-1-antitripsina, enzima que
neutraliza a las elastasas (rara).
El tratamiento incluye la supresión de
algunos factores favorecedores, los
antibióticos, los antiinflamatorios, la
quinesiterapia, los mucolíticos, los
broncodilatadores y la oxigenoterapia.
Estas medidas combaten las crisis y
lentifican la evolución, pero no pueden
impedir una degradación más o menos
rápida.
Creo que la bronquitis crónica
pertenece a una patología de eliminación.
En algunos individuos, la pared bronquial
sirve de emuntorio para ciertos residuos
bacterianos y alimentarios transportados
por la sangre y procedentes de un
intestino delgado demasiado permeable.
Esta es la causa mayor, y los factores
favorecedores citados antes, incluso si su
participación es indiscutible, son
elementos agravantes. El bronquio
convertido en emuntorio está
permanentemente infiltrado de leucocitos,
inflamado, edematoso y fragilizado. Esta
fragilización favorece las infecciones,
que se traducen en bronquitis prolongadas,
que reinciden cada invierno y que pueden
extenderse a otros periodos del año.
Esta concepción patogénica debe
corresponder en gran parte a la realidad,
ya que el Régimen Hipotóxico (según mi experiencia, limitada
a 8 pacientes) siempre ha
conseguido la desaparición de las
infecciones bronquiales de repetición. En
cambio, la dieta es ineficaz en el
enfisema y en la dilatación de los
bronquios, temibles complicaciones de la
bronquitis crónica. La destrucción de los
tejidos elásticos es definitiva y perpetúa
la obstrucción de las vías aéreas, la
hipersecreción de moco, el ahogo de los
pacientes y la constitución de
concentraciones bacterianas causantes de
las infecciones repetidas."
El Régimen Ancestral.
De acuerdo con Seignalet, opino que un
correcto seguimiento del Régimen Ancestral
puede llevar a una buena remisión de todos
los síntomas de la bronquitis crónica, si
bien, el cambio nutricional debe ponerse en
práctica lo antes posible al objeto de
evitar que las elastasas, los granulocitos
neutrófilos y los macrófagos lleven a cabo
su trabajo destructor sobre la pared
bronquial y tejidos pulmonares.
Aconsejo, pues, tanto la inmediata visita
al médico o especialista ante cualquier
signo de afectación de los bronquios y
pulmones, como la posibilidad de hacer un
buen seguimiento del Régimen Ancestral en
la seguridad de que éste nos brindará la
mejor y más completa remisión.