LA WEB de la ARTRITIS REUMATOIDE
  • CONSULTAS DE LOS LECTORES

    • CONSULTA de...
    • Mónica de Cáceres, Epaña, con el Asunto: Desde las recaídas. y Fecha: 28/03/2011
    • Buenas noches, Alfonso,
      Quería contarle que sigo la dieta lo mejor posible, aún así, la inflamación y los dolores vuelven a recordarme que sigo enferma de artritis, que no debo bajar la guardia, incluso es curioso como parece que, antes de abandonarme por completo, la enfermedad quiere darme un repaso a todas las articulaciones, como si ya sospechara que tiene la batalla perdida y quisiera gastar conmigo hasta el último cartucho...
      Pero no dejo de repetirme, una y otra vez, que esta enfermedad que a ratos de hace una cruz muy pesada, tiene los días contados, y sueño con el día que pueda librarme por fin de los dolores de cabeza, del cansancio, de la debilidad que me produce la medicación que tomo para combatirla. A mis 36 años, me siento tantas veces como una viejecita...
      Estoy tomando desde hace 4 días el cardo mariano, lo trituré todo en la batidora y me tomo dos cucharaditas diarias del polvo resultante.¿No se disipará en efecto por dejarlo triturado de antemano, verdad?
      Gracias de nuevo por escucharme.
      Un abrazo, Mónica.
    • RESPUESTA
    • de Alfonso Estudillo Calderón - 29/03/2011
    • Hola, Mónica:

      Efectivamente, sigues enferma de Artritis Reumatoide. Y, según le habrás escuchado afirmar a tu médico, "para toda la vida, pues no se sabe qué produce la enfermedad y, por tanto, no tiene cura..."

      Así me llevé yo siete años, SIETE, escuchando ese evangelio y creyendo firmemente que esa voz y esa verdad era la única verdad. Hasta que vi que en esa "verdad" sólo había mucho dolor y sufrimiento, y, tras ella, cada día más cerca, una preciosa tumba allá al fondo del cementerio...

      Hasta que un día, mientras caminaba de la mano del dolor a ver las letras de mi nombre campeando sobre la lápida de mi bonita tumba, recordé a Hipócrates, el padre de la Medicina, y su aseveración: "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento...", y recordé las palabras del Juramento Hipocrático: "Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higías y Panacea y por todos los dioses y diosas... Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechoso de acuerdo con mi habilidad y juicio; y lo mantendré libre de daño e injusticia..." Y vi que en las palabras del antiguo y sabio maestro había una verdad que no estaba ni se decía en los actuales evangelios: "Fijaré el régimen de los enfermos... para que su medicina sea su alimento..."

      Dediqué los siguientes cinco años a investigar si esa verdad era la auténtica verdad. Y descubrí que SÍ, que ESA era la verdad. Y que curaba. Y ya llevo cuatro años, CUATRO, curado con esa verdad que todos "olvidaron".

      Pues, ya lo ves... Hemos rescatado de las sombras la auténtica verdad y la hemos hecho nuestra. Y hemos hecho que nuestro alimento sea nuestra medicina. Y, mal que les pese a quienes quieren mantenerla oculta, la nueva verdad CURA nuestra enfermedad.

      El Cardo Mariano es parte de nuestra verdad. No le pasa nada porque esté triturado. Puede llevarse meses y seguirá siendo "verdad".

      Sigo a tu disposición. Un saludo.

      Alfonso Estudillo Calderón

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