DESAPARECES
Desapareces de mi vida,
te vas resbalando como el agua
que resuena entre las rocas,
entre el verde antiguo de las hojas.
Te alejas de mi orilla,
sin mirarme, como un dios
altivo y orgulloso.
Me dejas devanando el mosaico
del puzle loco y extraño
que es mi vida a tu lado.
Te vas resbalando como el agua
y yo me quedo, al otro lado,
esperando, firme como un chopo,
esperando el eco
de tus viejas pisadas,
y yo me quedo, con el pañuelo
en la mano...
SE HA ROTO LA MAÑANA
Se ha roto la mañana
y tú respiras sin fatiga.
Duermes o quizás sueñas
un largo camino
de almohadas blancas.
Quiero entrar en ese sueño
y mecerme en tus párpados,
quiero moverme en tus manos
y respirar el pulso de tu sangre
que te palpita dormida y amarilla.
Cuando despiertes, sin prisa,
me mirarás desde lejos
como recién salido de un viaje,
me reconocerás al verme
y, contigo, volverá la mañana.
LOS CUATRO PUNTOS...
Si los cuatro puntos cardinales
fuesen siempre cuatro...
Si los cuatro elementos
-aire, fuego, tierra, agua-
pudieran hermanarse...
Si el eje de mi vida
fuese como una silla
de cuatro patas firmes...
Si cuando caiga,
un amigo me levantara
con cuatro gestos callados
y me brindara otro descanso...
¡Qué importancia tendría
el azar que todo lo devora
y todo lo cambia!
MELANCOLÍA
El cielo se torna de fuego,
el viento todo lo arrastra.
Llueve en alguna montaña.
Un pájaro tirita en su rama.
El barco zozobra en el agua.
El mar empuja hacia fuera
toda su tristeza salada
y nos la deja en la playa.
EL ÚLTIMO VERANO
No he podido despedirte,
ni te he dicho adiós con los dedos.
Mi mano se perdió en ese gesto,
se quedó como paralizada,
como olvidada y abandonada.
Te fuiste sin darme cuenta
y, después, contigo,
se perdió el último resto del verano.
VUELVES
Cuando cae la tarde
y la noche invade el mundo
con ese manto de ceniza
perdida entre las nubes,
tus huellas reaparecen
y vuelves a mi recuerdo.
Eres grande como una luna,
brillas solitario en el cielo
y me dejas a solas,
a solas, con mi quimera.
AMARILLO, EL RECUERDO
Cuando, amarillo, el recuerdo
se te impone
como un traje
de ausencias
en la madrugada,
la vida se reviste de tristezas,
se consume
en brazos de la niebla;
se pierde
en el vacío
terrible del silencio.
VIEJOS OLORES
Esa tarde tan olorosa
me llegaban las presencias
de los jazmines blancos
y de los lirios de mayo.
A tu lado, el aire era puro
y no había soledades ni vacíos.
Esa tarde -como hoy mismo-
ya no me llegan los aromas,
aunque siguen en flor
los jazmines y los lirios.
Tú te llevaste muy lejos,
a la otra orilla del camino
los aromas de nostalgia,
esos lirios de la infancia.
CAPRICHOS
Como un juguete en manos de un niño
que, travieso, lo rompe
para ver qué hay dentro
y luego, enfadado y decepcionado,
lo arroja al suelo;
así hiciste conmigo,
como una pluma, como una piedra,
me arrojaste al cesto
de la ropa sucia y mojada,
y aquí sigo, perdida entre murmullos,
prendida de tus caprichos.
TANTO QUE ME GUSTABA EL MAR
Tanto que me gustaba el mar,
lo veía cada tarde,
lo sentía amplio, dispar, eterno.
Tanto que me gustaba el mar...
Hoy que las sombras me han cercado
no puedo ni mirarlo,
no me atrevo ni a sentirlo,
me duele más su murmullo
que el bramido de mi alma.
Me duele más su misterio
que la certeza de mis actos,
rasgados ya todos los velos,
la inocencia perdida,
sin esperar nada del cielo.
ABRIL
Abril se derramaba en esencias.
Caían azahares amorosos.
Y sus aromas tan tempranos
dulces, puros y anaranjados
traían ecos de patios literarios
donde aún crecen los limoneros
y maduran las hermosas nostalgias.
ALGUNAS VECES
Algunas veces -sólo algunas-
se acumulan las ausencias y las quejas.
la vida se trastoca en ejercicio
lleno de lecciones y problemas.
Algunas veces -sólo algunas-
quisieras ser sólo bruma,
sueño, olvido, pasado, pura idea.
El corazón se te pierde
entre latidos de tristeza
y no sabe volver a sus dominios.
Algunas veces -sólo algunas-
la mañana se te clava en la espalda
con su carga de sutiles negaciones.