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II. POSGUERRA
La
Guerra Civil, como en tantas otras parcelas de la vida y la cultura españolas, acabó con todo el movimiento
renovador que acabamos de estudiar, de una manera brusca y dramática. En esta etapa de desolación y en los años
siguientes al conflicto bélico, gran parte de los creadores desaparecen y otros -Salvador Bartolozzi,
Antoniorrobles y Elena Fortún (en la foto)- han de marchar al exilio, Otros autores, paradójicamente, se ven
obligados a escribir este tipo de literatura para poder mantener un nivel económico. Es el ejemplo de Concha
Zardoya. Así lo indicaba ella misma: "En mi caso escribí cuentos para adolescentes sólo por ganarme unas
pesetas en los misérrimos días de la posguerra y encontrándome yo en el bando de los vencidos. Note Vd. Que
publiqué bajo un seudónimo: "Concha de Salamanca".
La economía sufre serios descalabros y parece lógico pensar que hay necesidades más inmediatas que la
producción editorial -para niños o para adultos, es indiferente- que se viene abajo. No sólo es la falta de
medios la que ocasiona este desmoronamiento, sino también la censura impuesta por el gobierno a las obras
literarias.
BORITA CASAS
Con
este panorama de fondo y un poco a remolque de Celia, nace Antoñita la Fantástica. Tal fue el éxito de Celia
que no nos debe extrañar la aparición de otros personajes femeninos en la literatura infantil de posguerra. La
creadora de Antoñita fue Borita Casas (Madrid 1911-1999), cuyo verdadero nombre es Liboria casas. Este
personaje cobró gran fama gracias a la radio -Borita Casas fue locutora de Radio Madrid- y a los libros
editados por Gilsa y Cid. La radio, como medio de difusión social, fue muy importante en esos años. La radio de
los 40 servía para todo, para cantar, para apostar, para jugar, para soñar, para distraer. Era el medio que,
sobre todo, los niños y las mujeres tenían más a mano para poderse evadir de la miseria diaria.
Antoñita
es una niña de clase media acomodada que vive las aventuras de una niña de la época, en el colegio, en su casa,
en la playa, en la sierra... Hay otros personajes que comparten el éxito con Antoñita, Nicerata, la doncella
buena y dócil, la tía Carol, Titerris, su hermano, sus padres, su abuela, y otros amigos y parientes.
Borita Casas escribe con gracia y alegría, con un estilo espontáneo y fresco que le sirve para poner en
evidencia aspectos de la sociedad que no le gustan, los defectos de los adultos. Antoñita tuvo un éxito sin
precedentes, tanto que Borita Casas decidió hacerla crecer para que viviera también al lado de sus lectores.
CARMEN CONDE
Carmen
Conde, la primera mujer que ingresó en la Real Academia de la Lengua Española, con el seudónimo de Florentina
del Mar creó otro prototipo de niña según los patrones de Elena Fortún y Borita Casas y publicó Los enredos de
Chismecita; aunque merece ser destacada por una sección que llevó en "La Estafeta Literaria" durante los años
1944-45, "Nana, nanita, Nana", que fue un verdadero periódico infantil.
Otros autores son:
-Emilia Cotarelo, creadora de "Mari.Pepa", otra niña traviesa.
-Carolina Toral, que cultivó la literatura religiosa, los temas históricos y el cuento. Destaca la "Biblioteca
de la Tía Tula".
POBREZA EDITORIAL
De todas maneras, la década de los 40 se caracteriza en cuando a producción literaria infantil y juvenil por
una gran pobreza en temas y en escritores. Recordemos que en la "Nueva España" se debían robustecer y fomentar
virtudes puntuales como la religión o el amor a la patria. Surgen así las vidas de santos, santas, héroes o
heroínas... Vidas ejemplares en una palabra, que pretendían mostrar un nuevo concepto de modelo educativo, más
cercano a la ideología dominante.
La literatura infantil, sin duda, sufrió igual que la literatura en general de unos problemas que se
recrudecieron debido al público al que iba destinada. Jaime García Padrino nos resume de forma concreta estos
problemas:
-ruptura con nuestro pasado inmediato
-búsqueda angustiosa de un nuevo sentido y unos nuevos valores
-clima general de aislamiento
-escasísima y pobre producción de libros infantiles
-empobrecimiento de temas y tratamientos
-vuelta a un moralismo y a un paternalismo sofocantes.
REVISTAS INFANTILES
No
es necesario ampliar o profundizar más en este panorama lleno de obras que pretendían una marcada ideología y
una formación virtuosa en el niño; aunque, yendo un poco más lejos, hay que mencionar las revistas infantiles
del momento, como "Flechas y Pelayos", "Maravillas" y "Bazar". Éstas eran revistas "oficiales" y tenían una
clara intención propagandística como lo demuestra el editorial del primer número de "Flechas":
"Aquí
tenéis un periódico que os enseñará a cumplir con vuestro deber de pequeños soldados de la FALANGE y de España,
y que sabrá, también, divertiros (...). Flechas os saluda hoy, con el brazo en alto con el saludo que todos
vosotros debéis hacer constantemente, en la calle, en la escuela, en el paseo, al ver a los Jefes (...). Tenéis
que llevar siempre la camisa azul y pensar que el fusil y el libro son los más grandes regalos que puedan
hacérsele a un español".
Otras revistas, esta vez de carácter "privado", fueron "Chicos" y "Mis Chicas". "Chicos" era la alternativa a
la saturación política y doctrinal de "Flechas y Pelayos" y ofrecía un contenido más variado con cuentos,
historietas, chistes y pasatiempos, con una intención, a simple vista, de pura distracción, aunque no exenta de
carga ideológica. En cuanto a "Mis Chicas" fue la primera revista de historietas que aparece dedicada al
público femenino español. Juan Antonio Ramírez nos cuenta sus características, nos habla de su formato pequeño
(13 X 11 cm) y nos explica que se realizaba con el papel sobrante de "Chicos", por eso era tan pequeña, porque
el papel era escaso y había que hacer economías. No obstante, tuvo tanto éxito que en 1942 agrandó su formato
(24 X 11 cm) y, desde luego, subió el precio -25 cm-.
Antes de cerrar la etapa de la posguerra, cabe aludir también a la celebración en Madrid y Barcelona, en los
años 1942 y 1943, de dos exposiciones dedicadas al libro infantil, y a la creación en 1942 del Gabinete de
Lectura "Santa Teresa de Jesús" que, a pesar de la censura, llevó a cabo una buena tarea en cuanto al fomento
de la literatura infantil.
III. APERTURA
III. a. DÉCADA DE LOS 50
Coincidiendo con una liberalización política y económica en el régimen dictatorial del general Franco -España
ingresa en la UNESCO, se acaba el racionamiento, inicia una apertura a Europa-, finaliza el periodo de penurias
y se empiezan a dar cambios importantes que afectan también a la literatura infantil.
Montserrat del Amo, Carola Soler, Rafael Morales son nombres que debiéramos mencionar, aunque tal vez destaque
sobre ellos María Luisa Gefaell, atora de La princesita que tenía los dedos mágicos (Premio Nacional de
Literatura, 1950). Esta autora, junto a José Miguel Velloso y Montserrat del Amo, fueron candidatos a la Lista
de Honor del Premio Hans Christian Andersen, en el año 1958.
La tendencia de esos años fue la de generar protagonistas cercanos al niño, a su vida normal, olvidando, en
cierta manera, los héroes míticos que creaban niños ejemplares. Sin descartar nunca al niño ejemplar,
protagonista aún de diversos relatos, nos centraremos más en el niño travieso, que vive una vida normal, sin
demasiados altibajos. Un niño real, que va de la familia al colegio, que se hace preguntas.
En
la década de los 50 hay que mencionar, con todos los derechos, el esfuerzo que realizan las editoriales para
mejorar y aumentar las publicaciones infantiles. Es el caso de Molino, Boris Bureba, Juventud, Seix-Barral,
Labor o Aguilar. En 1958, sin ir más lejos, se falla el premio Lazarillo que es año ganó Dicen las florecillas,
de Alfonso Iniesta, premio importantísimo para el fomento de la literatura infantil española.
III.b. DÉCADA DE LOS 60
La década de los años 60 cuenta con nombres destacados dentro de esta parcela literaria: Miguel Buñuel,
Montserrat del Amo, Joaquín Aguirre Bellver, Concha Fernández-Luna, Carmen Kurtz, Ángela C. Inoesco, Marta
Osorio, Ana Mª Matute, Jaime Ferrán, Rafael Morales, María Isabel Molina y, desde luego, José Mª Sánchez Silva.
JOSÉ Mª SÁNCHEZ- SILVA
Si tuviésemos que detenernos con cierta profundidad en algún escritor, José Mª Sánchez- Silva (1911-2002) sería
uno de los mejores candidatos. Marcelino Pan y Vino es su obra más conocida, popularizada por una versión
cinematográfica -interpretada por Pablito Calvo, que alcanzó un éxito sin límites- y traducida a diversos
idiomas. José Mª Sánchez-Silva recibió en 1968 la medalla "Hans Christian Andersen" por toda su producción y
hasta la fecha es el único autor español que la tiene.
La historia de Marcelino es extraordinariamente popular. Narra la vida del pequeño Marcelino, recogido por unos
religiosos, que vive en el convento y se gana la simpatía de todos. Un día conoce a Manuel, el Cristo del
desván, y entabla con él una emocionada relación. Finalmente, Manuel le otorga su único deseo: ver a su madre.
El cuento nos relata un milagro y, aunque puede parecer triste, el final, desde la perspectiva cristiana, es
alegre. El niño tiene su recompensa final.
Otras obras de Sánchez-Silva, menos conocidas, son La Burrita Non, Cuentos de Navidad, Colasín y Colasón, Adán
y el señor Dios, Adiós, Josefina...
Acaso la trayectoria ideológica del autor lo ha alejado de reconocimientos posteriores y su muerte ha pasado un
tanto desapercibida en los círculos oficiales, ya que coincidió también con la de Camilo José Cela, que
eclipsó, sin duda, cualquier otra manifestación. Sirvan estas líneas para recordar la memoria del autor y,
sobre todo, su obra.
ANA Mª MATUTE
Ana Mª Matute merece, por su labor literaria, mención específica. Y nos referimos exclusivamente aquí a sus
textos destinados a los niños. Así, en 1965 recibió el Premio Lazarillo por El Polizón del Ulises. Ha sido
candidata al Premio Andersen en 1970 yen 1984 y en 1972 el jurado de este premio le concedió el Higly Commended
(autor específicamente recomendado). Después su obra Sólo un pie descalzo ganó el Premio Nacional de Literatura
Infantil en 1984. Añadimos: Paulina, Carnavalito, El saltamontes verde, El verdadero final de la Bella
durmiente...
Carmen Kurtz, otra autora tristemente fallecida, fue importante en esta década por ser la creadora del
personaje Óscar, del que se publicaron doce títulos entre 1962 y 1970.
PREMIOS Y EDITORIALES
En esta década empiezan a fallarse premios importantes para la literatura como:
.1962, CCEI, Comisión Católica Española de la Infancia
-Folch i Torres
-Joaquim Ruyra, ambos en el ámbito catalán.
Si alguna editorial merece ser citada aquí, se trata de la editorial Doncel con su colección "La Ballena
Alegre", dirigida por Joaquín Aguirre Bellver y por Miguel Buñuel. En el seno de la editorial nace el premio
Doncel para cuento y novela corta, inaugurado por Ángela Ionesco con su colección de cuentos De un país lejano.
III.c. DÉCADA DE LOS 70
Durante la década de los 70 se publicaron unos 2000 títulos de literatura infantil y juvenil en España, de los
cuales, sólo 800 eran de autor español (según el Instituto Nacional del Libro Español, 1975). Si tenemos que
hacer caso a Carmen Bravo-Villasante, el panorama era bastante desolador, de espera. "A partir de 1970 el
editor se ha centrado en el libro con menoscabo del autor. No se corre el riesgo de editar a un novel y se
busca lo fácil: libros clásicos que no paguen derechos. Lo mismo ocurre con las traducciones. Estamos, pues, en
un momento de espera".
De todas formas, sí podemos citar a autores destacados como María Puncel, Carmen Vázquez-Vigo, Consuelo Armijo,
Fernando Alonso, Juan Farias, José Antonio del Cañizo, Juan Antonio de Laiglesia, Mª Isabel Molina, Gloria
Fuertes....
JUAN ANTONIO DE LAIGLESIA
Autor prolífico y veterano, ha cultivado múltiples géneros en todos los medios de comunicación como guionista,
director o empresario. Lo más importante son los cuentos, En 1984 ganó el segundo Premio Lazarillo por ¡Chuic!
CARMEN VÁZQUEZ-VIGO
Argentina de nacimiento, es una autora de fina sensibilidad, que en sus relatos aporta sus ideas de paz y
compresión humana. Sin embargo, son textos acabados, de gran belleza y con un dominio exquisito del idioma. En
1966 obtuvo el Premio Doncel por Quiquiriquí y en 1973 el lazarillo por Caramelos de menta.
GLORIA FUERTES
Gloria Fuertes, también tristemente desaparecida, se introdujo en la literatura infantil en 1970 con Cangura
para todo. Fue elegida por los niños, a través de Televisión Española, como "la mejor escritora para niños" a
principios de 1976. Algunas de sus obras son: Yo contento, tu contenta, ¡Qué bien me sale la cuenta!, Cocoloco
Pocoloco....
IV. MOMENTO ACTUAL
Desde los 80 hasta nuestros días estamos asistiendo a un "boom" espectacular de la literatura infantil en
España. Proliferan editoriales, títulos, premios, revistas especializadas. Parece, a simple vista, que estamos
viviendo la edad de oro de la literatura infantil española. Buen momento para pasar balance y proyectarse al
futuro.
Dentro de la última generación de autores, además de algunos que ya hemos mencionado, tenemos a Joan Manuel
Gisbert, Jordi Sierra i Fabra, Pilar Mateos, Concha López Narváez, Carlos Murciano, Alfredo Gómez Cerdá, Carlos
Puerto y muchos más.
Las editoriales de esta última década son Edelvives, Gaviota, Alfaguara, Noguer, SM, creadora de la serie "El
Barco de Vapor", "Gran Angular" o "Alerta Roja". Editoriales más consagradas ceden su parte a favor de la
literatura infantil: Espasa-Calpe, Planeta, Anaya.... Además se editan viejas reliquias como es el caso de los
Cuentos de Calleja por José Juan de Olañeta o las Enciclopedias Álvarez o las aventuras de Antoñita.
Es importante señalar esta nueva vitalidad editorial porque, gracias a ella y a la competencia que se genera,
surgen nuevas colecciones y nuevos títulos que hacen más variado el panorama literario infantil.
En los años 80 y en losn90 asistimos al tan comentado "boom" de la literatura infantil española, paralelo al
resto de naciones europeas. Un dato asombroso es que hacia 1987 se editaron más de 35.000 libros de literatura
infantil en España.
El libro se hace objeto de comercialización, llega de forma rápida a las escuelas y se empiezan a crear medios
de información sobre estas publicaciones. No solamente las revistas educativas se ocupan de la literatura
infantil, sino que se crean otras publicaciones destinadas a tal ámbito: "Primeras Noticias", CLIJ, "Platero",
"Lazarilllo", "Babar", "Letragorda"....
Todo esto nos da una idea del inmenso panorama que supone acercarse a la literatura infantil sólo de estas dos
últimas décadas. Hay mucho que estudiar y mucha labor de clasificación por hacer todavía.
Aparte se crean o se refuerzan asociaciones de apoyo a la literatura infantil: OEPLIi (Asociación Española por
el Libro Infantil), Asociación Española de Amigos del IBBY, Fundación Germán Sánchez Ruipérez....
Además se fomentan cursos dedicados a la animación de la lectura y se promocioan las bibliotecas infantiles y
juveniles, no sólo como lugar destinado a los niños, sino como fondos de documentación para el estudio de estos
temas, como la Biblioteca de la Santa Creu de Barcelona.
La literatura infantil y juvenil existe, sin duda y su auge es tan importante que, a pesar de lo que pueda
haber de oportunismo por parte de ciertas editoriales, debemos sentirnos optimistas y pensar en la buena salud
de esta literatura, aunque no todos los títulos pasarán a la historia, eso es evidente. Lo importante es que se
potencia la lectura y del resto ya iremos ocupándonos, cada uno en su faceta, críticos, profesores, escritores
y, sobre todo, los lectores.
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