ENTREVISTA AL ESCRITOR CARLOS HUGO GARRIDO CHALÉN
Es para mí un placer el poder entrevistar a este importante escritor y poeta peruano Carlos
Hugo Garrido Chalén. Antes de hacerle una serie de preguntas sobre algunos aspectos de su vida
y obra, señalaré algunos rasgos básicos de su extensa biografía.
Carlos Garrido Chalén nació en
Zorritos, Departamento de Tumbes (Perú), el 16 de octubre de 1951. Se licenció en Derecho y
Periodismo por la Universidad de Trujillo y es también doctor en Literatura.
Abogado con más de 30 años de experiencia en Gerencia empresarial, administración de empresas
públicas y privadas y Gerencia municipal, en cinco Municipalidades del país, especializado en
producción normativa, manejo de recursos humanos, juicios, conciliación, solución de
conflictos, derecho registral y saneamiento técnico legal de propiedades. Ex Decano del
Colegio de Abogados de Tumbes.
También es periodista, con 36 años de experiencia, especializado en planeamiento de acciones
de comunicación e imagen; y redacción de diarios y revistas; Corresponsal de “Fortín Mapocho”
de Santiago de Chile; y Columnista del Diario “Correo” de Tumbes. Secretario General del
Centro Federado de Periodistas de Tumbes, adscrito a la Federación de Periodistas del Perú.
No obstante, Carlos Garrido es sobre todo, escritor y poeta, Premio Nacional de Poesía,
laureado a nivel nacional e internacional, reconocido en 1997 por el Instituto Nacional de
Cultura (INC), actual Ministerio de Cultura, con la distinción “Patrimonio Cultural Vivo de la
Nación”, como uno de los más destacados promotores del arte, la cultura y la literatura
nacional e internacional. Además, es Presidente Ejecutivo y Fundador de la Unión
Hispanoamericana de Escritores (UHE).
El escritor peruano Carlos Hugo Garrido ha publicado más de 35 obras literarias dentro de sus
diversos géneros como: novela, cuento, ensayo pero, especialmente, obra poética.
Entre sus innumerables obras mencionaré las escritas a lo largo del s. XXI y su primera obra
poética titulada“ En Pie de Guerra” (1970).
• La estafa siniestra (2015). Ensayo.
• Concilio de Luciérnagas (2015). Antología Literaria personal.
• No sé leer pero me escriben (2014). Poesía.
• Si esa es la paz, devuélvannos la Guerra (2013). Ensayo.
• El muro del abismo (2013). Novela.
• Mi mujer me espía (2012). Poesía.
• El Regreso a la tierra prometida (2008). Poesía.
• El sol nunca se pone en mis dominios (2008). Poesía.
Entre la gran cantidad de distinciones y galardones recibidos a lo largo de su dilatada
carrera literaria caben destacar; el ser embajador de la Paz del Círculo Universidad de
Ginebra-Suiza. Embajador Universal de la Paz en el Perú. Condecoración V Congreso
Internacional de Poetas. Cuzco (2005), Miembro de Honor de la Sociedad de Arte de Bolivia
(2008); Premio Mundial de Literatura “Andrés Bello” (2009); Premio “Miguel Delibes”
(Valladolid, España) (2016). Miembro de Honor de la Sociedad de Arte de Bolivia (2008). Es,
también, Académico de Número de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de España (2014)
y Académico Correspondiente de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico (2014).
Recientemente, en noviembre de 2016, es nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia
de Córdoba (España).
Éstas serían, tan solo, una parte de la gran cantidad de galardones y premios que le han sido
concedidos a Carlos Garrido por diversas instituciones en el ámbito cultural y literario tanto
a nivel nacional como internacional.

ENTREVISTA
P. ¿Qué nos podría decir usted de su niñez y primera juventud en su localidad natal? ¿Tuvo una
infancia feliz?
Mi infancia y primera juventud, siempre estuvieron ligados al mar, porque nací a cien metros
del Pacífico y haber tenido el privilegio de vivir, bajo sus redobles y encantos, extasiado
por su majestad y sus amaneceres y atardeceres maravillosos. Entonces la felicidad de mis
primeros años de vida, estuvo vinculada de manera inequívoca a mis amados padres que
enternecieron mis límites y a esa fuerza grandiosa de esa naturaleza incomparable que registró
en mi alma, las más generosas melodías y los más increíbles paisajes de epopeya.
P. ¿Por qué eligió primero los estudios superiores de derecho y más tarde los de periodismo?
¿No le interesaba la literatura en ese momento?
No los elegí yo. Ellos me eligieron a mi. Pero antes que todo fue la literatura y en especial
la poesía, que me buscaron desde que estaba en el vientre de mi madre para acreditarme como
aeda. El derecho y el periodismo en segunda instancia, me sirvieron para sobrevivir y la
literatura para tutearme con la eternidad y con la vida. Ahora la poesía suele buscarme a cada
rato. Se ha convertido en mi mejor amiga. Tanto que cuando ella no me busca yo voy a su
encuentro, para preguntarle ebrio de amor, que ha sido de su vida.
P. ¿Qué escritores fueron sus referentes a la hora de iniciarse en el arte de las musas?
En primer lugar César Vallejo y muy cerca de él el gran Walt Witman. Los dos me enseñaron cómo
se apunta a las palabras para deletrear en su interior la vida. Luego hubo la necesidad de
descubrirme para buscar el estilo propio, pero no puedo negar que en sus fuentes aurorales
aprendí como se crea en la partida.
P. ¿Cuándo y por qué se decidió a escribir su primera obra literaria? ¿Fue complicada su
publicación?
Mi primer libro lo escribí en la adolescencia y fue complicada su publicación, porque esta es
una sociedad que privilegia el entretenimiento fácil, pero no valora a sus escritores y a sus
artistas.
P. Aunque pienso que le interesa más la poesía que otros géneros literarios, usted pretende
desenvolverse y, por cierto bastante bien, en otros géneros como la novela o el ensayo. ¿Es
cierta mi apreciación?. ¿Qué supone para usted la poesía?
Su apreciación es cierta, porque la poesía es el oficio de la libertad y a ella siempre he ido
para llenarme los pulmones de rocío. Lo que estoy haciendo ahora y desde hace algún tiempo, es
llevar la poesía a la narrativa, aunque en España me han dicho que es al revés: que yo he
llevado la narrativa a la poesía. Pero sea como fuere yo navego en la literatura como en mi
propio río y a lo único que aspiro es que los niños y los jóvenes del mundo me lean y
encuentren en mi voz su propio grito.
P. Aparte, por supuesto, de su gusto y afición por escribir, ¿en qué campo se desenvolvía
mejor, en el del periodismo o en el de la abogacía?
Creo que en el del periodismo, porque su vinculación a las letras la convierte, quiérase o no,
en una continuación de lo que más me gusta que es la literatura. Amo el derecho como sinónimo
de redención de los oprimidos, como posibilidad de justicia para los pobres del mundo, pero me
abruma que el sistema injusto, decadente y corrupto que nos agobia, impida toda posibilidad
para que esos valores puedan ser reconocidos. Por eso podría dejar de ser abogado o
periodista, pero jamás de ser poeta en un mundo en el que se necesita de ella para recuperar
el alma que los pueblos han perdido.
P. ¿Cómo fue el origen de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE)? Aparte de usted ¿qué
otras personas colaboraron en su fundación?
La actual Unión Hispano mundial de Escritores (UHE) se llamó hace veinticuatro años Unión
Hispanoamericana de Escritores (UHE).El próximo año cumplirá un cuarto de siglo de trabajo a
favor de la literatura y la paz con justicia social. Yo fui humildemente el que la ideó,
configuró, organizó, hizo la Escritura Pública y la perpetuó en el tiempo, contando en
Trujillo, Perú, con el apoyo de poetas y escritores excepcionales como Beethoven Medina, Juan
Félix Cortés y otros. Pocos pudieron avizorar que llegaríamos al cuarto de siglo y que ahora
contemos con una membresía que supera los diez mil y Presidencias Nacionales en más de setenta
países de los cinco Continentes.
P. Pienso que una de las obras más apreciadas por los lectores de su extensa obra literaria es
“Confesiones de un árbol”. ¿Es también su obra preferida?. ¿Qué otras obras destacaría?
Creo que "Confesiones de un árbol" es mi obra más paradigmática y la más querida. Me gusta
también "La Palabra Secreta" y entre la treintena de libros que he publicado, "El Muro del
abismo", la novela que ganara en el 2016 el Premio "Miguel Delibes" de Narrativa en España y
que será llevada en el 2017 al cine. Pero todas tienen un valor que la crítica literaria del
mundo tendrá que establecer.
P. ¿Qué temas son los recurrentes en la mayor parte de sus obras literarias?
Dios, el amor, la naturaleza, el ser humano y en general la vida.
P. Según me han comentado alguno de sus amigos de la UHE, usted es una persona preocupada por
la naturaleza y el medioambiente. ¿Cree que estamos a tiempo de invertir la actual tendencia
de contaminar y destruir la naturaleza y conseguir la sostenibilidad medioambiental?
Vivimos en el siglo de la totalidad y el conocimiento, aunque los más pesimistas creen que es
el tiempo del caos y del derrumbamiento moral, que compite en los terrenos de la filosofía con
las de la pregonada paz, que ciertos analistas del apocalipsis consideran una utopía, porque
si bien la humanidad en los últimos 50 años ha avanzado científica y tecnológicamente, ha
entrado en un remolino sin retorno de pérdida de valores y de corrupción generalizada, que
impide que ese bien sea algún día realidad. Las noticias de los periódicos nos alarman, ante
la posibilidad del inicio incluso de una Tercera Guerra Mundial tipo Armagedón, que destruiría
millones de vidas, por el carácter destructivo letal de las nuevas armas de guerra. En ese
avatar, en el que el miedo nos enfrenta a fanatismos religiosos repudiables sin retorno y a
actos terroristas despiadados, que ponen en tela de juicio la tolerancia y convierten a
nuestros Organismos Internacionales como la OEA y la ONU, en impotentes espectadores de una
crisis total que agobia a la humanidad, los escritores tenemos que asumir el papel protagónico
que nos corresponde para defender la vida, el Planeta y a los que no tienen voz. Para eso no
bastan las simples palabras sino propuestas multidisciplinarias para generar nuevos paradigmas
y respuestas.
P. ¿Está de acuerdo con la opinión de muchos críticos literarios que lo consideran como uno de
los poetas más naturalistas del siglo XXI?
Respeto la crítica, pero no estoy de acuerdo en que me encasillen en formatos que lo único que
hacen es quitarme el oxígeno que me queda. Creo que soy más que un poeta naturalista del siglo
XXI, un escritor de la totalidad.
P. Usted ha conseguido muchísimos premios y galardones tanto a nivel nacional como
internacional. ¿Qué premio o premios son los que más le han ilusionado?
Ningún premio me ilusiona, aunque mi ego intente contradecirme. Es más, no escribo pensando en
Premios. Si llegan en buena hora. Dios ha sido bueno en abrirme puertas que nunca pensé, para
que lauros desde España, Puerto Rico, México y Estados Unidos, acudan a mi fiesta por la vida;
y claro que agradezco esos reconocimientos, porque sirven para abrirme cada vez mas puertas
por el mundo. Pero puedo asegurarle que mi humildad jamás será controvertida y que sea cual
fuere el Premio que mi obra reciba en el futuro que me queda, se lo atribuiré a lo que me
dieron los que aman el trabajo que desplego sin cesar y a la vida.
P. ¿Qué opina sobre el actual momento cultural de su país? ¿Y el de España?
Creo que estamos en el mejor momento y que se respira un aire de apertura que nunca tuvimos.
Corresponde a los escritores y a los pueblos, a los Gobiernos y a los líderes del mundo asumir
el nuevo reto de koinonía y de fe, para entender que ninguna sociedad podrá ufanarse de culta
si no ama a sus poetas, a sus escritores y a sus artistas.
P. ¿Cuándo volverá nuevamente a España?
Acabo de ser nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba, privilegio que
agradezco con toda el alma. Y ese al parecer será el pretexto más inmediato, para regresar a
la España de mis tatarabuelos y presentar también mi novela "El Muro del abismo" y hacer las
coordinaciones necesarias para la organización del III Congreso Mundial de Escritores "Miguel
de Cervantes", que la Unión Hispano mundial de Escritores (UHE), que me honro en presidir,
realizará en Leganés, Madrid, en octubre o noviembre del 2017.
P. ¿En qué obra literaria está trabajando actualmente?
Actualmente trabajo una novela, experimental como "El Muro del abismo", que sé que va a dar
que hablar en el Planeta.
Agradezco, sinceramente, al escritor peruano Carlos Hugo Garrido Chalén, la predisposición que
ha tenido conmigo para hacer posible esta entrevista que pienso sea del agrado de los
muchísimos lectores que le estamos siguiendo en España y en todo el mundo, especialmente en el
Hispanoamericano.
Muchas gracias amigo Carlos. Estoy seguro que continuará cosechando nuevos éxitos en el futuro.
Y para finalizar esta entrevista, qué mejor manera de hacerlo que con una de sus poesías.
CONFESIONES DE UN ÁRBOL
Antes de ser un hombre
yo he sido un árbol bueno
sobre cuyas ramas creció por temporadas
la tarde con sus sombras.
En aquel entonces tenía mis propios tallos
y mis propias raíces
y servía de parque a los jilgueros.
Y no me molestaba cuando los enamorados
encorazonaban mi corteza
para cruzar con flechas sus sueños
en los míos.
Era un árbol firme
y nada me importaba más que ver mis frutos
venciendo el hambre de los niños.
No recogía uvas de los espinos
ni higos de los abrojos.
Tenía un alma vegetal infinitamente sensitiva.
Y eso lo sabían los grillos que orquestaban
mis fiestas coloquiales.
Era yo árbol para todos. Tronco vegetal
callado y majestuoso.
Pero sobre mi savia crecieron mis viejas ilusiones
y mis iras.
Y me elevé al infinito irrigado por el llanto
del mismo firmamento,
y resistí estoico las ingratitudes del clima
y sus tertulias.
Era yo un árbol, con ganas de ser árbol.
Mi idioma era el idioma que hablaban en secreto
los geranios,
y yo era para ellos como un hermano grande
rodeado de eucaliptos y gardenias.
No sé si he sido un roble
o acaso un guayacán de verdes hojas.
Sólo sé que me placía servir de sombrilla
a las calandrias.
Hube de conocer entonces muchas cosas.
Y a veces sentía ganas de levantar mis raíces
y echarme a volar con las gaviotas,
y como era silvestre me atraía la magia de los campos
y me gustaba compartir mis soledades con la tarde.
No me van a creer, pero yo,
antes de convertirme en transeúnte
-siendo árbol silente y majestuoso-
tenía el corazón de un ser humano.
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