Enero 2019
En agosto del pasado 2018 cumplí los setenta años. Y 70 años, mírese como se mire, son un
hándicap, una indiscutible carga sobre tus espaldas que va mermando tus
capacidades y suficiencia y te obliga a mirar la vida con otras perspectivas. Ello me obligó a
interrumpir la publicación de la
Revista Arena y Cal el pasado mes de Junio, justo
cuando le faltaba un mes para cumplir sus veinticinco años. Pero esta web,
La Web de la
Artritis Reumatoide, no se verá afectada. Seguiré aquí y atendiéndoles en el Consultorio en
tanto el Cielo me lo permita. Espero que largo tiempo.

Y de la Artritis
Reumatoide que padecí -bien severa y nada menos que durante doce años-, nada que contarles: sigue en una completa remisión y sin capacidad alguna para
mostrarse como aquella terrible enfermedad que un día irrumpió en mi vida para
destrozarme todos los esquemas. Lo único que he sentido a lo largo de todo el año (y como ya les contaba en el anterior
artículo, "Once años sin Artritis") son unas ligeras molestias en los brazos -codos y hombros- y, algo
más persistentes, en piernas y rodillas. Y como todos estos pequeños fastidios son muy propios y
atribuibles a la edad (y que si siquiera necesitan la toma de analgésicos o antiinflamatorios), puedo asegurarles con total propiedad que la Artritis Reumatoide,
así como demás patologías autoinmunes y de ensuciamiento, son
perfectamente curables con un seguimiento correcto y continuado del Régimen Ancestral.
Y, como sólo quería despejar cualquier duda que pudieran tener los pacientes que siguen esta web sobre
la continuidad de mi curación, y no quiero repetirme escribiéndoles lo mismo que ya les contara el año
anterior, considerando que el artículo del pasado año ofrece bastante explicaciones sobre las causas y
origen, evolución, terapéutica farmacológica paliativa y algunas otras circunstancias que inciden en
la normalidad de nuestro organismo y la armonía de nuestra salud, les remito al mismo desde este
enlace
"Once años sin Artritis". Les será útil
releerlo y recordar algún que otro detalle sobre los pilares en que los que se asientan su salud y la
mía.
Sigo aquí, contento y feliz de seguir curado de mi Artritis, atendiéndoles y, como les digo siempre, con mi mano
tendida dispuesto a ayudar a todo el que me necesite.